España, 22 de enero de 2025 ::: Un estudio longitudinal realizado en España revela que, 5 años después de la pandemia,
el uso de tecnologías digitales en las aulas ha evolucionado, aunque persisten desafíos. La investigación, publicada en la revista PLOS ONE, examinó cómo el periodo de la covid-19 transformó las prácticas educativas en primaria y secundaria, en los que hubo tanto avances como limitaciones.
Los investigadores, del departamento de Psicología Básica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), encontraron que el uso de herramientas digitales ha avanzado hacia metodologías más constructivas y cooperativas. Sin embargo, los enfoques tradicionales, centrados en el docente, siguen siendo prevalentes, especialmente entre los profesores con menos experiencia en el uso de dichas tecnologías.
“Antes de la pandemia, estas herramientas se utilizaban principalmente para la transmisión de contenidos, un patrón que continuó durante el confinamiento. Hoy en día, aunque las actividades constructivas han ganado espacio, las prácticas reproductivas aún predominan en muchas aulas”, afirman los autores.
Un factor crucial identificado por el estudio es el nivel de formación de los docentes en el manejo de tecnologías digitales. Los profesores con mayor experiencia tienden a adoptar estrategias más innovadoras y centradas en el estudiante, mientras que aquellos con formación limitada enfrentan mayores barreras.
::: Hallazgos principales
El estudio comparó datos recopilados durante el confinamiento (2020) con una nueva encuesta aplicada en 2023 a 144 docentes de la muestra original. El análisis incluyó 36 ítems para evaluar la frecuencia de actividades digitales y los tipos de aprendizaje promovidos: verbal, procedimental y actitudinal.
Entre los hallazgos destacados se incluye la frecuencia de uso: aunque ha disminuido respecto al confinamiento, el uso de tecnologías digitales sigue siendo mayor que antes de la pandemia. Las prácticas reproductivas han reducido su presencia, mientras que las actividades constructivas, especialmente las cooperativas, han aumentado.
Sobre los resultados de aprendizaje, los enfoques verbales y procedimentales son los más frecuentes, mientras que el aprendizaje actitudinal y la evaluación digital han perdido relevancia.
Además, se identificaron tres perfiles de uso tecnológico entre los docentes: pasivo, activo e interpretativo.
Los perfiles activos e interpretativos, más vinculados a prácticas innovadoras, están asociados con docentes que poseen mayor experiencia tecnológica.
::: Futuro de la educación digital
El estudio concluye que, aunque la pandemia impulsó el uso de tecnologías digitales en el aula, su integración plena sigue enfrentando barreras. Entre estas destacan la formación insuficiente de los docentes y la prevalencia de enfoques pedagógicos tradicionales.
“Para maximizar el impacto de estas herramientas, es fundamental reforzar las competencias digitales de los profesores y promover actividades centradas en el estudiante”, aseguran los investigadores.
El trabajo subraya la importancia de seguir investigando el papel de las tecnologías en la educación, no solo como un recurso de emergencia, sino como un catalizador para prácticas pedagógicas más efectivas e innovadoras. “La pandemia dejó una lección clave: la digitalización en la enseñanza debe ir más allá de su implementación superficial, orientándose hacia un verdadero cambio transformador en las aulas”, concluyen los autores.