Un estudio realizado por la Universidad Brigham Young en Estados Unidos ha analizado los hechos y acciones que se llevan a cabo cuando una persona miente a través de un mensaje digital, ya sea por sms, Whatsapp o en cualquier red social. Se ha llegado a la conclusión que el escribir más lentamente, es decir, tardar más en responder o borrar y reescribir los mensajes y
que luego su extensión sea más corta de lo habitual son las pruebas que delatan a un auténtico mentiroso.
No es lo mismo mantener una conversación presencial que hacerlo a través de un dispositivo electrónico ya que provoca que no podamos ver el rostro de las personas, su forma de entonar sus respuestas, detalles que nos permitirían destapar las mentiras de un mentiroso. La revista ACM Transactions on Management Information Systems habla de ello y recoge el testimonio de Tom Meservy, profesor de sistemas de la información y coautor del estudio, afirma que "las conversaciones digitales son un terreno que fomenta el engaño, porque las personas pueden disimular y hacer que sus mensajes parezcan creíbles".
El estudio realizado por Tom y algunos expertos tomó como objeto de estudio a un centenar de estudiantes universitarios, todos ellos mantuvieron conversaciones a través del ordenador que les formulaba distintas preguntas, a cada uno de ellos se les pidió que mintiera en la mitad de las preguntas. El resultado final fue que los expertos comprobaron que las respuestas erróneas eran editadas y que tardaban un 10% más en escribirlas.