La fe es separada de la religión a través de El paraíso de la serpiente, película que forma parte de la Sección de
Largometraje Mexicano en la 17 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
“Tenía ganas de hacer una película que explorara el tema de la fe, pero vista como un poder natural en el hombre y que no está condicionada a la religión”, explicó el director Bernardo Arellano tras proyectarse la función.
El realizador de películas como El comienzo del tiempo (2014) y Entre la noche y el día (2011), dijo que no cree en la religión porque le parece que es una especie de jaula espiritual en la cual no se puede crecer y no puedes entender tu propia fe.
El paraíso de la serpiente se refiere a un hombre que sobrevive tras un accidente en carretera y en el que mueren dos personas. Es rescatado del desierto por un joven vaquero y su abuelo, un peleador de gallos.
Tras recuperarse de las lesiones, el hombre comienza a realizar milagros de curación en el ejido y los habitantes comienzan a llamarle “Profeta”. Sin embargo, debido a que llega a ganar la admiración de todos, el sacerdote de la comunidad y el monaguillo buscarán la manera de desacreditarlo o quizá, deshacerse de él.
“La religión católica es la que predomina en México y se vuelve antagonista de esta nueva fe que viene a promover el 'Profeta’. Por ello es que pongo a discusión si la fe está ligada a la religión o si el hombre en sí mismo, puede poseer espiritualidad y fe sin tener una religión”, apuntó Arellano.
Compartió que antes de pensar en llevar a cabo esta producción, analizaba un aforismo, aquel que dice que las pasiones están construidas con los ladrillos de la justicia y los prostíbulos con los ladrillos de la religión.
“Me encanta 'Nazarín’, de Luis Buñuel y ´El evangelio según San Mateo’, de Pier Paolo Pasolini. Me llamaba mucho la atención acercarme a algo parecido. En lo referente a los diálogos, leí ´El niño Fidencio´ y me basé en los estilos de curación que tiene”.
Toda la película, indicó, fue tratada de manera intuitiva. “Cada diálogo nació en mi cabeza y se lo comunicaba a los actores. Así fuimos construyendo la historia, no escribí nada, pero tenía varios aforismos en la cabeza y los transforme un poco, pero están aquí”.
El filme, que ganó el premio de los Estudios Churubusco para Postproducción de Sonido “Impulso Morelia 3”, está protagonizado por Ángel Pérez Garnica, Sky Sangermani, Jesús Ipal Galván, Eduardo Villela, Mariela Martínez y Fabricio Vergara. Ninguno es actor de profesión.
“Todo está basado en la realidad, pero jugar con la ficción me parecía deslindarme de que no hay una postura radical en la película sobre el tema de la religión. Tiene varias lecturas y capas, por un lado está la narrativa, la historia que se va siguiendo y por debajo hay un juego simbólico que se va construyendo”, concluyó.