EEUU, 06 de diciembre de 2024 ::: El nuevo álbum en vivo de Natalia Lafourcade ofrece una mirada íntima de su proceso
musical, capturando un momento singular que, según ella, tiende un puente hacia su próximo capítulo creativo. Live at Carnegie Hall, publicado esta semana, es la grabación de una actuación en octubre de 2022 en el legendario recinto musical neoyorquino.
Allí presentó hace dos años su álbum de estudio más reciente, De Todas Las Flores, que cuenta con cameos de estrellas como David Byrne, Omara Portuondo y Jorge Drexler. El trabajo, profundamente personal, le valió un Grammy y un Grammy Latino. Cantar en directo forma parte de la entrega de una canción a su público, un momento en el que la obra deja de ser sólo suya.
“Siento que estaba allí para dar la oportunidad a esta canción de existir por sí misma”, explica Lafourcade refiriéndose en particular a “Hasta la raíz”, un éxito sobre sus orígenes mexicanos incluido en su álbum homónimo. Al ofrecerla al público, Lafourcade dice que se convierte en una obra de arte para “recordarnos algo importante: que todos estamos conectados”. En lo personal, esa canción le sirve de recordatorio de su tierra: “Y que puedo volar a cualquier parte, a cualquier lugar que pueda soñar, y puedo irme lejos de ese lugar. Pero tengo eso, esa raíz”, dice.
Saber que su música cobrará vida propia no forma parte de su proceso de composición, afirma. “Intento no pensar, porque eso se interpondría en el camino de la canción y la letra. A veces siento que la música es como si dijera: ‘quítate de en medio, déjame entrar’”, sostiene. Lo mejor es quitarse de en medio, “porque entonces la música te sorprende”, dice.
Natalia Lafourcade es una de las estrellas contemporáneas más laureadas de América Latina, con 18 Grammy Latinos en su haber -la mayor cantidad de cualquier artista femenina- y es también una habitual de los Grammy de la Academia de la Grabación. Hija de músicos, creció en el estado de Veracruz y se inició hace más de dos décadas en la escena musical alternativa de México, antes de inclinarse por la música tradicional y convertirse en intérprete de canciones folclóricas y estándares mexicanos.
Desde entonces, su trabajo desafía los géneros con influencias del pop, el rock, el jazz y el folclore regional mexicano, incluido el jarocho, y también se ha inspirado en el mundo clásico. En los últimos años, Lafourcade ha unido fuerzas con la Filarmónica de Los Ángeles y el que fuera su director, el venezolano Gustavo Dudamel, actuando en el Hollywood Bowl y, por supuesto, en el Carnegie Hall. Sobre ese momento, asegura que tocar con el director venezolano y la orquesta “es como volar”.
“No hay tanto ensayo para los espectáculos con Gustavo”, dice. El énfasis está en ver “cómo reaccionamos a esa energía y la gente, y el lugar y la orquesta, y luego está mi banda”, añade. Entonces, “podremos construir algo que sea único”. “Es toda una colaboración entre universos”.
A sus 40 años, Natalia Lafourcade asegura que ha cumplido casi todos sus sueños, pero no detiene su mirada hacia nuevos horizontes. El concierto en Nueva York fue una experiencia “lúdica”, un espacio donde una vez más dejó claro su carácter innovador. No solo deleitó con sus temas más conocidos, como ”Hasta la raíz” y ”Mi Tierra Veracruzana”, sino que también sorprendió al integrar improvisaciones junto al multipremiado compositor estadounidense Jon Batiste. Juntos reinterpretaron piezas icónicas como “Blackbird” y ”Cucurrucucú Paloma”, generando un diálogo musical entre culturas.
Es como una revolución en el corazón, describe Natalia Lafourcade, una mezcla de emociones intensas y una alerta total del cuerpo. “Le decía a Gustavo [Dudamel] que en ese momento uno se convierte en un animal, con los sentidos extremadamente atentos, como si las antenas estuvieran al servicio de la música. Toda tu energía se enfoca en lo que va a suceder allí”. Según explica, se siente una combinación de nervios, emoción, alegría, gratitud y una profunda conexión, un torrente de sensaciones que se amalgaman en el momento.
Lafourcade no da detalles sobre el futuro de su carrera, pero dice que este nuevo álbum en directo en el Carnegie Hall representa “un momento que marcó” su trayectoria musical y “es también un puente hacia una nueva etapa”. Entre sus inspiraciones actuales, cuenta, está el flamenco, aunque nunca se aleja de los sonidos de su país.
“Estoy feliz de ver cómo los latinos nos sentimos orgullosos de nuestras raíces y no nos da vergüenza mostrarlo”, dice, refiriéndose a la explosión en los últimos años de la música latina en las plataformas de “streaming”. “Esta es nuestra música”, sostiene, y “hay gente de diferentes lugares del mundo prestando atención”.