Al rescate de la memoria de Rita Patiño

México, 19 de septiembre de 2025 ::: La historia de Rita Patiño es trágica. Ella vivió encerrada en un hospital

psiquiátrico en Kansas sin que nadie entendiera lo que decía. Fue clasificada como una mujer con trastornos mentales, pero en realidad hablaba rarámuri, su lengua natal. La historia de esta mujer de incomprensión cultural y negligencia institucional es el corazón de “La mujer de estrellas y montañas”, un documental dirigido por Santiago Esteinou, que este año está nominado al Ariel en la categoría de Largometraje Documental.

 El filme, realizado a lo largo de siete años, reconstruye los hechos y honra la memoria de una mujer rarámuri que fue arrancada de su tierra y etiquetada por no hablar inglés ni español. A través de un enfoque triple (documental periodístico, testimonio comunitario y recreación ficcionada), la obra busca restituir la dignidad y el nombre de Rita, quien falleció antes de ver terminado el proyecto.
“Estamos muy felices y muy contentos. Ya la nominación en sí es un premio”, expresó Esteinou para EL INFORMADOR sobre el reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), cuya edición 67 se celebrará este 20 de septiembre en Puerto Vallarta. “Me avisó la distribuidora por WhatsApp y me dio mucho gusto, es un reconocimiento muy importante para todo el equipo”.
El origen de la película se remonta a una breve frase leída por Esteinou en el libro “Nacidos para correr”. “Una mujer corre desde Chihuahua, llegó hasta Kansas y cuando llegó a Kansas fue internada en un hospital psiquiátrico”. Esa oración lo sacudió.
“No lo podía creer… que hubieran ingresado en un hospital psiquiátrico a una mujer y que nadie le hubiera garantizado su derecho a tener un intérprete”, explicó el director. “Sobre todo que se confundieran cuestiones de su propia cultura con rasgos de una enfermedad mental”.
Esteinou, formado en cinematografía y derechos humanos, emprendió una exhaustiva investigación que lo llevó a rastrear los archivos judiciales del caso en Kansas y Colorado. Si bien el hospital psiquiátrico negó todo acceso a la información bajo argumentos de privacidad, el equipo logró acceder a documentos públicos clave para reconstruir la historia.
“El hospital se negó rotundamente a proporcionarnos cualquier información sobre el caso. Con lo que nos encontramos fue con una puerta cerrada”, compartió el cineasta. “No obstante, pudimos acceder a toda la documentación del caso, eso es una muy buena parte de la información. La otra proviene de los testimonios de personas que conocieron a Rita, de su sobrina y un poco también de ella”.
Fue precisamente Juanita, sobrina de Rita, quien se convirtió en un eje vital del proyecto. Ella no sólo ayudó como intérprete y cuidadora, sino que se volvió coprotagonista del documental. Sin embargo, al principio hubo dudas y reservas, pues otras personas habían prometido contar la historia de Rita sin jamás regresar.
La muerte de Rita durante el proceso de producción marcó un punto de inflexión. Ya sin su testimonio directo, el equipo tuvo que repensar la forma de contar su historia. Así nació la idea de incluir una recreación ficcionada de su juventud. Para ello, el director se apoyó en la actriz Ángeles Cruz.
“Inicialmente no pensábamos incluir ningún tipo de recreación, pero la muerte de Rita nos planteó que necesitábamos buscar otra forma de narrar su vida”, comentó. “Una de las personas del equipo me sugirió que hablara con Ángeles Cruz. Le mandé lo que habíamos escrito, unos avances que ya llevábamos armados, y Ángeles se subió al proyecto de una forma muy creativa. Enriqueció muchísimo el resultado”.
::: Creación y proyección :::
El rodaje se dividió entre la Sierra Tarahumara y Estados Unidos, en un proceso que combinó improvisación con colaboración intensa. El resultado es una narrativa híbrida que permite ver a Rita desde distintos ángulos: como víctima de violencia institucional, como parte de una comunidad viva, y como una joven libre cuya historia pudo haber sido distinta.
Actualmente, el documental se exhibe en comunidades rarámuri como parte de una serie de funciones especiales orientadas a restituir la memoria de Rita entre los suyos. “La película está disponible en distintas plataformas, como Amazon y Google”, explicó Esteinou, para quienes deseen verla desde otros lugares.

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