La mañana del 19 de noviembre de 1984 los habitantes del valle de México despertaron con una lamentable noticia: cientos de personas habían perdido la vida y miles más se encontraban heridas debido a la explosión de almacenamientos de gas en el pueblo de San Juan Ixhuatepec, en Tlalnepantla, Estado de México.
El suceso cambió la vida de miles de mexicanos que por diversas razones habitaron esa zona en la que se ubicaban tanques con cientos de litros de gas LP.
Ese año, 12 empresas gaseras operaban en esa zona del valle de México. Después de esa tragedia, todas fueron expulsadas de San Juan Ixhuatepec, por decreto del entonces presidente de la República Miguel de la Madrid.
Hoy, hay parques públicos, áreas verdes, viviendas planificadas y vialidades. En esa fecha, según testigos, las llamas se alzaban a varios metros y arrasaron con todo: las viviendas de cartón y maderas sucumbieron en minutos.
La onda expansiva de la explosión alcanzó varios metros y según testimonios de vecinos o sobrevivientes el estruendo y el fuego que produjo se alcanzaron a escuchar y observar desde diversos puntos del Distrito Federal y del valle de México.
Por la magnitud del incendio, los cuerpos de emergencia optaron por dejar que el gas se consumiera para vaciar los tanques que no estallaron y poder llevar a cabo las labores de remoción de escombros. Incluso, se tiene registro de que la explosión generó un ligero sismo.
La explosión se registró en una planta de Pemex con capacidad para almacenar más de 16 mil metros cúbicos de gas Licuado de Petróleo (LP) y se debió a una fuga en una tubería que transportaba el combustible desde tres diferentes refinerías del país.
Ahora, aquella zona de tragedia está convertida en un parque, hay una central de bomberos y se delimitó un polígono de protección para evitar la instalación de empresas de alto riesgo, aunque al menos seis gaseras siguen activas en la zona.
A 30 años de San Juanico, como también se le conoce a suceso, el episodio es recordado por los sobrevivientes y por la sociedad en general, como una de las peores tragedias de la historia nacional.