El escritor español Juan Goytisolo ganó este lunes el Premio Cervantes 2014, considerado el galardón más importante de las letras hispanas "por su capacidad indagatoria en el lenguaje", según el fallo dado a conocer por el ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, José Ignacio Wert.
El jurado, presidido por José Manuel Caballero Bonald, Premio Cervantes 2012, decidió conceder el galardón, dotado con 125,000 euros (155,000 dólares), a Goytisolo tras siete votaciones sucesivas.
El escritor se enteró de la noticia vía telefónica en una llamada del ministro desde Marrakech, Marruecos, donde reside y desde donde ha trasladado al jurado su agradecimiento.
Según explicó el ministro en la rueda de prensa en la que dio a conocer el fallo, Goytisolo no se encontraba en buenas condiciones físicas, aunque "por un resfriado, nada serio".
El jurado destacó en la obra de Goytisolo las "propuestas estilísticas complejas desarrolladas en diversos géneros literarios", además de su voluntad de integrar "las dos orillas, a la tradición heterodoxa española y por su apuesta permanente por el diálogo intercultural".
Nacido en 1931 en Barcelona, Goytisolo ha vivido desde muy joven fuera de España, ya que en 1956 se instaló en París, para residir posteriormente en Boston y Nueva York.
La mexicana Elena Poniatowska, miembro del jurado por ser la ganadora de la pasada edición del Cervantes, recordó que conoce a Goytisolo y que es un hombre en el que se puede confiar "por su autenticidad".
"Es a veces tan auténtico como la duquesa de Alba", bromeó la escritora, que recordo una visita que hizo con Goytisolo a unas pirámides de México y tras la que el premiado le comentó: "Es más difícil subir a las pirámides que una noche de amor".
El presidente del jurado aseguró, por su parte, que se trata de un premio "en todos los sentidos, bien dado".
Para Caballero Bonald, Juan Goytisolo es "una de las cumbres literarias españolas desde la posguerra", un escritor que evolucionó desde el realismo social a la indagación del lenguaje, lo que le ha llevado a ocupar "un lugar ineludible" en las letras hispanas.
También resaltó su personalidad y lo definió como un escritor preocupado por la heterodoxia y por el diálogo con las diferentes culturas del Mediterráneo: "Un intelectual realmente cabal", destacó.