Familiares, amigos, colegas de los ámbitos literario, teatral y periodístico, gente de a pie, estudiantes, jubilados, y aun amas de casa, despidieron al escritor Vicente Leñero (Guadalajara, Jalisco, 9 de junio, 1933- Ciudad de México, 3 de diciembre, 2014) el mediodía de ayer en el Palacio de Bellas Artes.
En grupo, alumnos de tercer semestre de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García arribaron al recinto de mármol con ramos de flores desde las 10:00 horas.
“Fue egresado de nuestra escuela, leímos el libro ‘Los periodistas’ y tuvimos un acercamiento a su trabajo. Es un referente muy importante, un ejemplo de periodismo comprometido. La enseñanza que nos deja es que siempre hay que ser fieles a nuestros ideales”, aseguraron Fernanda Guzmán, Amira Ortiz y Omar González.
Y es que desde el terreno del periodismo, su colega Humberto Musacchio destacó que su labor fue ejemplar en muchos sentidos: “En un país de verdades a medias fue capaz de revelar hechos que le disgustaban al gobierno, sus reportajes siempre cronicados con un tono literario son toda una enseñanza, no sólo para los muchachos que quieren ser periodistas, sino para los que tenemos muchos años de ejercicio. Vicente fue un periodista de excepción”.
Poco a poco, a partir de las 12:00 horas, la gente comenzó a pasar frente a las cenizas del autor de ‘Los albañiles’, mientras se realizaban las guardias de honor y el ensamble Coyoacán ejecutaba piezas de Vivaldi, Mozart y Händel.
En las escaleras centrales del lobby destacaba una foto de quien fuera miembro del Sistema Nacional de Creadores, desde 1993, rodeado de sus libros y con una mirada afable y serena.
El escritor, ensayista, poeta y crítico literario, Adolfo Castañón aseguró que con Vicente Leñero se va un hombre de letras en el sentido pleno de la palabra, pues conocía la letra en sí, en sus distintos géneros.
“Se va alguien que además conocía lo que está entre las letras y sus escenarios y en ese contexto pensaría que es un testigo del pasado inmediato de las bambalinas en las que se desarrolla la letra. Siempre fue fiel a la palabra, nos deja una ética de la escritura y una necesidad de que el escritor tenga prendida siempre ante sí la llama de la conciencia moral, por eso todas sus páginas están teñidas de verdad”.
Para el escritor y director de la ‘Revista de la Universidad de México’, Ignacio Solares, Leñero fue un hombre coherente con sus ideas que aportó al teatro, a la literatura, la novela y el periodismo.
“Fue muy buena persona, tenía el don de saber escuchar. Nos conocimos a mediados de los 60 en la revista ‘Claudia’ y trabajé durante 12 años con él en la ‘Revista de la Universidad’ en la que colaboraba mes con mes. Estoy seguro que la columna de la ‘Revista de la Universidad’ dará para un libro maravilloso, había gente que la compraba nada más para leerla. Siempre estará con nosotros como maestro y guía”.
En ese sentido, el cineasta de Víctor Ugalde y yerno de Vicente Leñero, aseguró que fue un hombre que nunca dejó de escribir e incluso, adelantó que su columna en la ‘Revista de la Universidad’, en la cual hizo públicas sus filias y fobias, se seguirá publicando, pues preparó muchos de los textos con anticipación.
El actor de la Compañía Nacional de Teatro, Arturo Beristáin consideró que el gran homenaje que le podemos hacer a Vicente Leñero es leerlo, mientras el director escénico Enrique Singer destacó que para el gremio en particular es una pérdida muy dolorosa.
“Se va uno de los dramaturgos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y que dejó en el teatro una estela de creadores y una serie de obras fundamentales, como ‘Pueblo rechazado’, ‘El martirio de Morelos’ y ‘Los albañiles’.
Gustavo Suárez Ojeda, presidente de la agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro, recordó la profunda admiración que sentía hacia el escritor fallecido a los 81 años de edad.
“Yo nací en 1932, soy un año más grande que él, llevo 30 años de trayectoria y en alguna ocasión lo traté. Me impactó su humildad y la forma en que era un periodista más del gremio. Fue uno de los dramaturgos más importantes, gran escritor, ensayista, periodista”.
La antropóloga Marta Lamas, icono del feminismo mexicano, agregó que es una pérdida muy fuerte cuando se va alguien decente, honesto, talentoso y trabajador, con creaciones de primera. “Fue además un hombre muy comprometido con los más vulnerables, es una gran pérdida en términos humanos y en términos de la cultura de nuestro país”, dijo.
Sus cenizas descansarán en San Pedro de Los Pinos
Al final del homenaje a Leñero, su hija, la dramaturga Estela Leñero explicó que las cenizas de su padre permanecerán en su casa, en su barrio de toda la vida: San Pedro de Los Pinos.
“Creo que es muy reconfortante sentirnos también parte de toda una comunidad de alumnos, de personas, y hombres y mujeres, con quien aprendimos. Fue un guía, una luz, una posibilidad de rompimiento, la capacidad de romper las estructuras, de romper los convencionalismos, abrió la posibilidad de eso, de tener la libertad suficiente para crear, para escribir, para pensar, buscando el camino propio y creo que otra de las características más importantes era su generosidad.
“Para mí”, dijo, “sí es muy triste y doloroso, porque ya que encontré mi camino en la dramaturgia, en todo mi proceso de puestas en escena, era siempre con él con quien platicaba, trabajaba mis textos y compartía todas las ocurrencias que iban surgiendo y sí me da mucha pena, ni siquiera me lo quiero plantear qué va a pasar después, a quién le voy a platicar todos mis proyectos”.
Adelantó que se prepara un libro elaborado junto con el escritor Felipe Garrido y que podría estar dirigido al público infantil, donde Vicente Leñero cuenta sus experiencias de niño, de adolescente y de joven, en un recorrido que hace de su vida.