La escultura “Nuestra Señora de Guadalupe” hecha en porcelana genuina, con los colores originalmente utilizados en el proceso artesanal que se lleva a cabo en los talleres de Lladró en Valencia (España), ahora con fuerte influencia del colorido de México, fue presentada esta noche en el Museo de Arte Popular (MAP).
Rosa Lladró, representante de la ancestral familia de artesanos nacidos y radicados en Valencia, España, informó en entrevista con Notimex que sus parientes han trabajado muy contentos en este proyecto, cuyas ventas servirán al MAP a apoyar a artesanos mexicanos.
“Ayer llevamos a la Basílica de Guadalupe la pieza número 1 para que permanezca ahí, de manera indefinida, hasta la posteridad”, aseveró.
Lladró explicó que se trata de una serie de únicamente 500 piezas, “lo normal sería que se vendieran todas aquí, en México, por la enorme devoción que existe hacia esa imagen religiosa”.
Además, subrayó, “porque un porcentaje de las ventas será para los artesanos que apoya el MAP”, y acotó que, “por ser una invitación para todo mundo, la primera vendida ya se fue a Asturias”.
“Nuestra Señora de Guadalupe”, escultura hecha a partir de la centenaria pintura original, está delicadamente adornada por los creadores de Lladró, pero en la que se “ha empleado los colores más vivos de su paleta con técnicas decorativas antiguas y laboriosas, pero ahora con un espejo en el arte mexicano su colorido”, subrayó.
Señaló que se trata de una escultura realizada en porcelana genuina de Lladró, que ostenta uno de los distintivos de esa casa de refinados artesanos.
“Tiene nuestro azul intenso en el manto, el rojo vibrante en su aura, los toques mágicos de lustre de oro y platino en todo su manto resto del cuerpo, y el gesto dulce y majestuoso de nuestra linda guadalupana”.
La entrevistada sonrió al señalar que ahora que se han incorporado colores y motivos que habitualmente son utilizados por los artesanos de México, “hemos vuelto nuestro trabajo más mexicano”, por lo cual, aseguró, “estamos orgullosos tanto en Lladró como en todo Valencia y, más aún, en la España completa”.
Un reto creativo para los artistas de la marca europea que han puesto sus ojos en este país, destacó más adelante, fue la reproducción de las delicadas rosas que Juan Diego recogió en su ayate en el cerro del Tepeyac, tras el milagro guadalupano. “Están hechas y pintadas a mano, pétalo tras pétalo, flor tras flor, como todas las flores Lladró”.
Reconoció que esta famosa firma originalmente era muy pálida, pero ahora tiene colores muy vivos, y aseguró que “esa circunstancia nos ha venido muy bien, porque así la virgen tiene la alegría de México y de los mexicanos. Dentro del respeto que le debemos, hemos hecho una nueva interpretación, a partir de la pintura, para llevarla a la escultura”.
“La cabeza, cada mano, y cada parte de ´Nuestra Señora de Guadalupe´ está realizada con un molde especial y único, que luego se ensamblan y se pintan a mano. Hacer cada pieza se lleva alrededor de dos semanas”.