Aplauden la ‘Navidad barroca’ de Horacio Franco

CULT-HORACIO

Durante unos 90 minutos, la atmósfera interior del Palacio de Bellas Artes se llenó del espíritu de fin de año que la Cappella Barroca, del maestro Horacio Franco, llevó a través de su “Navidad barroca”, concierto extraordinario que gozaron indistintamente cientos de adolescentes y adultos.

Previo al concierto se anunció que con más de 20 años de trayectoria profesional y de ser el primer ensamble mexicano de música barroca con instrumentos y técnicas de la época, la Cappella Barroca (fundada como Cappella Cervantina por Horacio Franco), es ya uno de los grupos líderes en la interpretación de este género musical en la geografía nacional.

El programa inició con “Cántico para el nacimiento del Señor”, una obra sacra, profunda, debida a Marc-Antoine Charpentier (1643-1704). Se contó con la participación de Nadia Ortega y Paulina Esqueda, sopranos; Javier Coronado, contratenor; Eduardo Díaz Cerón, tenor, y Jorge Cózatl y Daniel Cervantes, bajos de extraordinario timbre y color vocal.

Se trata de una pieza del compositor nacido y muerto en París, cuyo catálogo incluye más de 400 obras de música sacra, numerosas arias publicadas en las colecciones de la época, cantatas, pastorelas, divertimentos, óperas, intermedios, música incidental, una treintena de composiciones sacras instrumentales y una decena de piezas instrumentales seculares.

Tras el intermedio, la Cappella Barroca interpretó “In forma di pastorale per il Santissimo Natale”, concierto de Navidad de Giuseppe Torelli (1658-1709). Para esta pieza de gran dramatismo, se dieron cita los talentos de Luis Zermeño y Víctor Vázquez, violinistas; Owen Aguilar, violonchelista y Miguel Cícero, clavecinista. Una cuarteta de virtuosos.

Aunque nació en Verona, al compositor Giuseppe Torelli se le asocia principalmente con la ciudad de Bolonia, donde realizó lo más importante de su producción y donde vivió los últimos años de su vida. Específicamente, el nombre de este autor se asocia de un modo indisoluble al quehacer musical de la Catedral de San Petronio, se comentó la víspera.

Vino “Que nuestras bocas se llenen de risa”, parte del “Oratorio de Navidad” de Joan Sebastian Bach y la cantata 110 de ese mismo compositor del Barroco. Paulina Esqueda y Nadia Ortega repitieron actuación, ahora al lado de las voces de Nurai Huet y Betsabé Juárez, mezzosopranos; Felipe Gallegos, tenor, y Luis Miguel Juárez y Vladimir Rueda, bajos.

“Que nuestras bocas se llenen de risa” es el admirable y contagioso título de la Cantata Núm. 10, BWV 110 de Bach, de la cual el texto completo del coro inicial dice así: “Que nuestras bocas se llenen de risa, que nuestras lenguas se llenen de alabanzas. Porque el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros”. Y con ese coro, el público se despidió feliz.

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