El equipo de quienes están haciendo algo para mejorar el entorno crece cada vez más, poniendo por delante el amor que sienten por la vida en todas sus manifestaciones. Esta ocasión, el compositor y director de Orquesta Sinfónica, Alejandro Sánchez Navarro, nos enseña la manera en que, con su talento, trabajo y apoyo, mismo de lo que le ofrece el ambiente,
ha logrado hacer vibrar las fibras de muchos seres humanos en el mundo para hacer conciencia sobre la importancia de la conservación de las especies.
Desde los 10 años, Sánchez Navarro sabía que su futuro estaba en la música. Gracias a esa sensibilidad de artista que le ha permitido ver, escuchar, respirar y sentir lo que la naturaleza le ha expuesto, ahora manifiesta en cada prestación obras acompañadas de imágenes del hábitat a través de una pantalla ubicada detrás de la orquesta, dejando en claro su relación con la madre Tierra y así, dirigiendo conciertos audiovisuales, es la forma en que el también compositor está llevando el mensaje de la naturaleza para despertar conciencias.
Alejandro Sánchez considera que expresar música con imágenes puede ser aprovechada en todo el mundo de una forma estructurada y temática, “porque la naturaleza, dentro de un espectáculo y, hablo en su parte de imagen, no se puede dar de manera desorganizada, tiene que ser por secciones o por temas porque, si no la gente después de un rato ya deja de percibir los detalles que son importantes que perciba; es decir, hay que darle a la gente primero un tema, que puede ser el mar, y luego algo del desierto y luego algo de las montañas y entonces así el groso de la audiencia, que no es el especialista videógrafo o cineasta de la naturaleza, que no tiene por lo mismo un desarrollo de la percepción que diferencie las diferentes cosas de la naturaleza, se cansa muy rápido por eso hay que hacerlo de manera temática”.
Sobre sus obras, el director y compositor dijo: “Hay obras que surgen de manera totalmente irreflexiva o impensada, solamente surgen y van desarrollándose y creciendo hasta que uno llega al final. Esa es como parte del proceso de creación, que uno no sabe exactamente qué es lo que va suceder cuando se está creando y las obras que tienen esos elementos creo que son mejores, como ‘La sinfonía del mar’, ‘Vuelta de campana’, ‘El concierto para piano’, ‘La música de las pléyades’, ‘Teotihuacán’, ‘Hunab-ku’, ‘La energía libre’. De esta última, comentó que surgió de principio a fin, sin ningún obstáculo, a diferencia de Hunab-ku, una obra que representó experimentos en su estructura durante más de dos años; sin embargo, al final fue un éxito y recientemente fue estrenada mundialmente en Taiwán.
En estos conciertos, el tiempo que se le da a cada elemento en las presentaciones es importante para la percepción de lo auditivo y lo visual. Durante las dos horas que en promedio dura cada exposición, Alejandro Sánchez Navarro nos comentó que suelen ofrecer piezas musicales acompañadas de imágenes y otras sin ellas, de forma separada e intercalada, para darle al espectador la oportunidad de que pueda escuchar solo la música en todo su esplendor ejecutada por la orquesta y cada uno de sus miembros en algunos momentos de la noche. En otros, al salir las imágenes en otras piezas, se puede observar la majestuosidad de la naturaleza en la pantalla gigante.
Sin duda, los artistas son más sensibles y aprecian lo que les rodea de una forma más profunda y, por ello, logran ver, escuchar y sentir lo que en la naturaleza existe y clama por ser comprendida. En este caso, gracias a la conexión que Alejandro Sánchez está teniendo con la naturaleza desde hace más de una década, se puede decir que uno se ha valido del otro para llevar a los espectadores un arte cargado de mensajes de la naturaleza para no olvidar su importante presencia.
Punto ambiental: Despertar conciencias humanas con sinfonías, es una bella forma de unir el talento y el arte para demostrar a la madre naturaleza el interés porque siga viva. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.