Una de las tareas fundamentales en la emergencia nacional que vive el país, es que la Ciudad de México continúe como una ciudad refugio en la que haya condiciones necesarias para dar cabida a los perseguidos, aseguró Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura capitalino, durante la celebración de los 15 años de la Casa Refugio Citlaltépetl.
La Casa es una asociación civil que cuenta con el apoyo del Gobierno del Distrito Federal, así como de otras instituciones, cuyo principal objetivo es hospedar a escritores amenazados o perseguidos en sus países de origen.
A lo largo de tres lustros, esta institución, que fue creada por iniciativa de Cuauhtémoc Cárdenas, cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ha albergado a 11 escritores de los cinco continentes y se han publicado títulos originales, además de realizarse talleres y coloquios internacionales.
La noche del jueves se celebró el aniversario del espacio con una lectura colectiva a cargo de los escritores Fabrizio Mejía, Jorge F. Hernández y el propio Eduardo Vázquez Martín, quienes leyeron cuentos y poemas de cinco escritores cercanos a la Casa Refugio: Carlos Monsiváis, Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Álvaro Mutis y Augusto Monterroso.
También se guardó un minuto de silencio por las recientes víctimas de la violencia en Francia y en México.
Tras expresar que “es un orgullo para todos que la ciudad tenga este refugio para la palabra y para la libertad”, el secretario de Cultura recordó que fue en la casa del poeta Alejandro Aura donde, con la participación de la escritora Carmen Boullosa, que se empezó a concebir que la Ciudad de México participara en esta iniciativa del Parlamento Internacional de Escritores de abrir casas refugio.
“Ahí arrancó este proyecto que nació del primer gobierno democrático de la ciudad”, recordó.
También señaló que la capital del país es la ciudad refugio para migraciones económicas, políticas y sociales.
”Por ello, nuestra gran riqueza cultural tiene que ver con que aquí se hablan todos los acentos del país y del mundo, desde el exilio español hasta los perseguidos judíos, hemos recibido a una enorme cantidad de escritores, trabajadores o maestros”, expresó.
Más adelante, Vázquez Martín también apuntó que hace 15 años nadie pensaba que la guerra y la violencia ocuparían una enorme parte de la vida social del territorio nacional.
“Veíamos la guerra con cierta distancia, había la idea de que el país se dirigía a una transición democrática en cierta paz: no pensábamos que habría después 100 mil muertos, 20 mil desaparecidos. Esto nos obliga a replantear esa necesidad de la ciudad refugio, como ya sucede ahora que recibimos a muchos ciudadanos del país que no pueden vivir en sus lugares de origen.
“La cuidad siempre gana cuando es hospitalaria, cuando se abre a los demás, y esta historia de la ciudad refugio nos enorgullece y emociona. Eso celebramos hoy: no sólo este pequeño oasis de nuestra Casa Refugio Citlaltépetl, sino el espíritu de esta ciudad generosa, solidaria y de libertades que es necesario defender y hacerla cada vez más de todos”.