En ocasiones las personas no nos damos cuenta de lo permisivos que somos en nuestras relaciones, con tal de no estar solos llegamos a límites impensables, con el deseo de tener a alguien en nuestras vidas, formando relaciones de dolor.
Es una condición llamada codependencia, misma que está caracterizada por una preocupación y dependencia excesiva (emocional, social y física) hacia una persona, lugar o cosa. Quien la padece carece de identidad propia, pues pierde conexión con lo que necesita, desea y siente, además de vivir buscando aceptación, haciendo del cuidar de otros, el eje central de su vida.
La codependencia se origina en las familias disfuncionales y convierte a los miembros de esas familias en personas hiper-vigilantes. Al estar el ambiente familiar tan lleno de estrés debido a la violencia, la adicción al alcohol o a las drogas, las enfermedades emocionales de sus miembros, etc., la persona codependiente enfoca su atención hacia su entorno para defenderse de algún peligro real o imaginario.
Se dice que una persona es codependiente cuando permanece en una relación en la que se presentan 3 condiciones:
• Cuando no te quieren.
• Cuando detienen tu crecimiento.
• Cuando pisotean tus derechos humanos.
El problema es que la persona codependiente, a pesar de sufrir, vive formando relaciones destructivas, ya sea una relación de amigos, con una pareja romántica, entre padres e hijos, etc.
Las relaciones están formadas por un evasor y por quien persigue.
La codependencia es una adicción, pues hay síntomas de supresión (ansiedad e irritabilidad) cuando la otra persona amenaza con abandonar la relación.
Está formada por 5 síntomas nucleares:
• Autoestima oscilante
De rey del universo a no valgo nada.
• No poder poner límites adecuados
Se deja entrar a las personas de forma abrumadora, o se ponen muros infranqueables.
• No ser objetivo con la realidad
• No poder definir necesidades
y deseos
• No ser objetivos con las necesidades y deseos
La codependencia parece ser amor, pero es egoísmo, lleva a vivir en destrucción, miedo, control, relación condicionada: “Si no cambias te dejo de querer”, “si no haces lo que quiero, te reclamo, te agobio, me siento tu víctima.” En la codependencia hay una gran cantidad de manipulación y chantaje. Es una relación abrumadora: “haré todo lo que sea para que esa persona se ajuste a mí”.
En momentos de frustración se genera el abuso o una tremenda tolerancia al abuso. Quien padece esta enfermedad ha llegado a tener una autoestima tan baja que ya no se da cuenta de que están abusando de él.
Está dominado por sentimientos enfermizos y no por la razón.
El amor humano debe ajustarse a la razón. Los codependientes se dejan llevar solamente por sus sentimientos, mismos que se basan en la percepción que se tiene del exterior.
Si no se atiende de manera adecuada progresa, y el dolor emocional cada vez es mayor.
Por ser una adicción debe tratarse como lo que es, una enfermedad.
Para poder terminar con la codependencia es importante tener una autoestima sana, además de tener un proyecto de vida personal, independiente del proyecto familiar.
No rescatar a otros de las consecuencias de sus actos.
Poner atención en qué necesitamos, sentimos y deseamos nosotros, hacer que el eje central de nuestras vidas sea nuestro propio desarrollo; es importante que aprendamos a aceptarnos, respetarnos y amarnos exactamente como somos, en ese momento logramos amar, aceptar y respetar a los otros de una manera sana, llegando a generar relaciones genuinas.
Ponernos límites adecuados a nosotros mismos, pues no podemos cambiar ni controlar a los demás; sin embargo podemos elegir el estilo de vida que nos genere bienestar, con o sin el consentimiento de otros.
Los grupos de autoayuda son el espacio ideal para atender la codependencia.
El codependiente necesita dar continuamente para no sufrir culpabilidad, ansiedad, enojo, miedo, etc. Busca hacerse necesario para tener autoestima, la cual depende del comportamiento o reacción de los demás.
@AdrianaParamo