Una obra de Oscar Liera (1946-1990) y otra inspirada en textos de Bertolt Brecht (1898-1956) y George Bernard Shaw (1856-1950) serán montadas por alumnos de Actuación y de Escenografía de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de
Bellas Artes.
Lo anterior fue dado a conocer hoy por Sergio Carazo, al presentar el ciclo “La ENAT a escena”, que tendrá funciones del 11 de junio al 5 de julio, en el Teatro Legaria, de esta ciudad.
En conferencia de prensa, el alumno de la ENAT destacó que dicho ciclo inicia con la pieza “El camino rojo a Sabaiba”, de Oscar Liera, bajo la dirección de Alicia Martínez, la cual estará en escena hasta el 21 de junio.
“Nuestro encuentro con el teatro de Oscar Liera fue contundente, desde las primeras lecturas sentimos una relación cercana y poderosa con el texto dramatúrgico que elegimos para montarla”, dijo el joven estudiante.
Agregó que se trata de una obra compleja con vértices suaves y poderosos que se entretejen y que estimulan tanto las ideas como la sensibilidad.
Es difícil leer el texto y no identificarse con alguno de los personajes y no maravillarse con la historia o no enamorarse de la poesía de las imágenes.
“Temas como la eterna búsqueda de la propia identidad, el despotismo de la autoridad y el constante vacío de la autosuficiencia hacen de esta obra un reflejo incuestionable de la naturaleza humana”, afirmó.
La puesta en escena, estrenada en Culiacán, Sinaloa, en 1987, a cargo de la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección de Adam Guevara, narra la historia de un teniente que pierde en plena batalla y de pronto se encuentra en Sabaiba, un pueblo manejado por una monarquía absoluta, donde descubre un mundo en el que subsisten vivos y muertos, haciéndole recordar su pasado.
La otra obra de este ciclo es “Las visiones de Simone y Juana”, bajo la dirección de Martín Acosta, pieza que parte de las obras “Las visiones de Simone Machard” y “El proceso de Juana de Arco”, de Bertolt Brecht, así como de “Santa Juana”, de George Bernard Shaw, y estará del 25 de junio al 5 de julio.
Martín Acosta comentó que a través de esas obras hicieron un fresco sobre una niña, una joven que tiene el valor de mostrar a los adultos qué es lo que no están haciendo o qué es lo que está saliendo mal, aunque al final salga mal para ella, porque la sociedad no se deja cambiar así de fácil.
“Entonces, a partir de esas obras, he tenido que armar un material que sea útil para todo el equipo y que le de cierto aire, fluidez y ligereza a un tema que nos preocupa muy seriamente como son los conflictos bélicos”, apuntó Acosta.
La historia se desarrolla en un país dividido y abatido por toda clase de calamidades sociales, políticas y económicas, que se transforman en una falta de identidad nacional y de concepto de pertenencia.