Por ser una colección que se debe compartir a un público más amplio que el que asiste habitualmente al Museo de Arte del Condado de Los Angeles, y porque el mexicano es un público conocedor, la muestra "Lo terrenal y lo divino: Arte islámico de los siglos VII al XIX", será inaugurada aquí el próximo miércoles.
Así lo informó esta tarde, en conferencia de prensa, Linda Komaroff, jefa del Departamento de Arte del Medio Oriente y curadora de Arte islámico del Museo de Arte del Condado de Los Angeles (LACMA), al hablar sobre esa exposición que permanecerá abierta hasta el 4 de octubre en el Antiguo Colegio de San Ildefonso,
La experta se dijo "muy contenta" al conocer el espacio que ese recinto universitario ha destinado a la muestra, "que es tres cuartas partes más grande que el que tiene en su casa en el LACMA, lo que permitirá que el público asistente tenga una visión más clara y más definida de la grandiosidad e importancia de cada una de las piezas que se presentan".
Explicó que la curaduría tiene un sentido didáctico, al tiempo que da cuenta del sitio y la época de la que provienen las piezas, tesoros artísticos milenarios que reflejan el universo del Islam y su influencia a través del tiempo y el espacio alrededor del mundo.
"Es la más importante muestra de arte islámico que se haya presentado en México", destacó Komaroff.
En el acto, se precisó que traer a México esta muestra es el resultado de un largo trabajo de coordinación entre las autoridades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), instituciones que acordaron con el LACMA la presentación de estas obras en un recinto de la capital.
Al hacer uso de la palabra, Bertha Cea, coordinadora del espacio que durante tres meses y medio cobijará a la exposición, señaló que "Lo terrenal y lo divino: Arte islámico de los siglos VII al XIX" llega a México luego de presentarse en el Palacio de la Moneda de Chile; de la Ciudad de México viajará a Arabia Saudita para regresar a Los Angeles, dijo.
La exhibición está formada por una selección de 191 piezas de las más refinadas artes decorativas producidas entre los siglos VII al XIX en la vasta zona geográfica que se unifica en el Islam e ilustra la complejidad y riqueza cultural, así como el intercambio diplomático, comercial y artístico con los pueblos que se relacionaron con su poderío.
Manuscritos, textiles, cerámica, cristales, elementos arquitectónicos, adornos y utensilios, provenientes de Marruecos, Siria, Irán, Irak, Egipto, España, Turquía y Afganistán, entre otros, develan el complejo intercambio de regalos en el mundo del Islam, coincidieron en señalar ambas promotoras culturales, quienes luego realizaron un recorrido por la muestra.