El Sistema de Transporte Colectivo (STC) reintegró al servicio de la Línea 7, el tren recuperado número 26, con el nombre e imagen del pintor oaxaqueño Rufino Tamayo, fallecido el 24 de junio de 1991.
Rufino del Carmen Arellanes Tamayo nació el 26 de agosto de 1899 en Oaxaca y falleció el 24 de junio de 1991, en la Ciudad de México. Sus padres fueron Ignacio Arellanes, de oficio zapatero, y Florentina Tamayo, costurera. En 1915, comenzó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Carlos.
El maestro Tamayo pintó más de mil 300 óleos, entre los que destacan los 20 retratos de su esposa Olga, con quien estuvo casado durante 57 años; 465 litografías y mixografías, 350 dibujos, 20 murales y un vitral, de acuerdo con los reportes de su biografía.
Es uno de los pintores mexicanos del Siglo XX más reconocidos en el mundo. Su obra y técnica conjugaron su herencia mexicana y el arte prehispánico con las vanguardias internacionales, en piezas singulares por el color, la perspectiva, la armonía y la textura.
Su quehacer como muralista puede apreciarse en el Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Antropología y el Conservatorio Nacional de Música, en México, así como que en el Dallas Museum of Fine Arts, la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico y en la sede de la UNESCO, en París. Su obra también está expuesta en recintos emblemáticos como los museos de Arte Moderno de México y Nueva York, el Guggenheim y la Phillips Collection, en Washington.
Como un reconocimiento al aporte público de las grandes personalidades nacionales y extranjeras, el STC determinó identificar a sus trenes recuperados con su nombre e imagen para guardar su memoria entre los 5.3 millones de usuarios de la Red del Metro.