Llevan danzantes color de México al Vaticano

vaticano

“México es paz, amor y fraternidad entre los pueblos. Eso se puede ver en los colores de nuestros trajes y la alegría de nuestros bailes”, aseguró Eduardo Sánchez Romero, parte del grupo folclórico que iluminó este fin de semana la

Plaza de San Pedro.

Animaron a miles de fieles que asistieron a la bendición dominical con el Angelus del Papa Francisco. Son 17, la mayoría jóvenes. Tienen edades entre 12 y 60 años, viajaron desde Puebla e Hidalgo hasta Europa para una gira que incluyó varias presentaciones.

Aunque el viaje incluye paradas en Amsterdam (Holanda) y París (Francia), las exhibiciones tuvieron lugar en Italia, en la céntrica localidad de Vignanello (Lazio), donde fueron recibidos en la local fiesta del vino, y en Roma.

Coordinados por la Organización Internacional de Arte y Cultura Mexicana (AVART), los bailarines forman parte de tres compañías distintas: Nayat, Maaso (ambos poblanos) y Son de Fandango (de Pachuca, Hidalgo).

Para buena parte de ellos su gira por el “viejo continente” fue la realización de un sueño, un proyecto que tomó casi un año de preparación y que implicó, en muchos casos, un importante esfuerzo económico para padres y familias.

“Se hizo la convocatoria a los bailarines que podían participar, sacamos el costo del viaje que incluyó comidas, camiones, hoteles y demás. Trabajamos con un año de anticipación para que ellos pudiesen ir juntando el dinero”, explicó en entrevista con Notimex el coordinador de la gira, Jericó Avalos.

Reveló que los bailarines, para obtener los recursos necesarios, organizaron actividades como rifas, kermeses, boteo y hasta baile en los cruces de caminos.

Los directores de los tres ballets distintos se pusieron de acuerdo para el espectáculo que se presentó en las diversas ciudades y que incluyó sones de tarima de Tixtla, danzas aztecas, el Jarabe Tapatío y otros bailes típicos.

Ataviados con coloridos trajes típicos desfilaron por las calles de Vignanello y no sólo emocionaron en el Vaticano, también fueron aplaudidos en la feria estiva en el río Tíber de Roma.

“Es un trabajo de un año en el cual preparamos los bailes que trajimos y lo hicimos con mucha emoción porque le bailamos al Papa. Nos vimos rodeados por mucha gente que nos identificó como México por la vestimenta y la música”, señaló Juan Gabriel Arellano Merino.

“Corrían con nosotros y hasta querían tomarnos fotografías, para los muchachos fue muy impactante y se sintieron más que motivados para ofrecerle los bailes al Papa. Incluso algunos paisanos que nos encontramos se tomaron la foto del recuerdo”, agregó –también en entrevista- el responsable del grupo Maaso.

Por su parte, Rafael Ahumada García, director del proyecto Son de Fandango, destacó que fue una “emoción increíble” para la mayoría de los danzarines, no sólo por haber pisado por primera vez Europa sino también por presentarse en el Angelus del Papa.

Destacó la calidez con la cual fueron recibidos en el Vaticano donde mucha gente se les acercó. “Fue una experiencia única e inolvidable”, insistió.

“Pudimos ver cómo los italianos aprecian mucho la cultura mexicana, ponen mucha atención, admiran los vestuarios coloridos y gracias a eso nos reconocen como parte de un México lleno de colores, de muchas tradiciones y costumbres”, estableció Eduardo Sánchez Romero del grupo Nayat.

Agradeció que las personas se interesasen sobre el origen de cada baile y lo que significaba cada traje, mostrando mucho respeto.

“Es un orgullo traer hasta aquí nuestra bandera, nuestras tradiciones y costumbres, exponerlo ante los extranjeros en otro país y que nos identifiquen como nación, que vean que México es paz, amor y fraternidad entre los pueblos”, apuntó.

Follow Us on Social

Most Read