Guadalajara.- Con “Terra Nostra”, Carlos Fuentes hizo un cambio radical en su narración y se atrevió a salir del molde latinoamericano y mexicano que había mostrado en sus anteriores novelas "La región más transparente" y "La muerte de Artemio Cruz", para
establecerse en un “molde total”, aseguró el escritor nicaragüense Sergio Ramírez.
Durante la presentación de la citada obra, a 40 años de su publicación, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Ramírez consideró que esa novela publicada por Fuentes en 1975 representó un “parteaguas” en las letras.
“En lo que yo llamaría su primera etapa mexicana, que comienza en 1958, que va prolongándose con la publicación de sus novelas ‘La región más transparente’ y ‘La Muerte de Artemio Cruz’, y todas las que restan en su biografía hasta sus relatos cortos en 1975, cuando se presentó este fenómeno que viene a ser un cambio en su narración”, dijo.
“La obra se sale del molde latinoamericano, del molde mexicano y pasa a establecerse en un molde que no es el de aniversario, sino total. Y a partir de entonces nos damos cuenta de cómo Fuentes comienza a perseguir en la literatura eso que vamos a llamar la totalidad”, consideró.
Indicó que en esta novela, “pasado, presente y futuro están abolidos y entra a jugar un papel importante la historia de la cultura, de España y a presentarse dentro de una sucesión de contradicciones que me parece que son síntesis y que vale la pena señalar porque son parte de la esencia de la novela”.
“Terra Nostra”, agregó Ramírez, es una novela experimental, Fuentes nunca dejó de experimentar hasta el último momento y esa es una gran característica de su literatura, contrario a lo que perseguía Felipe Segundo, el nunca persiguió la inmovilidad en la literatura.
En presencia de la periodista Silvia Lemus, viuda de Fuentes, el escritor mexicano Jorge Volpi, subrayó que tras leer “Terra Nostra” ganadora del Premio Rómulo Gallegos en 1977, fue que se convirtió en escritor.
Se trata, subrayó Volpi, de la obra más portentosa y arriesgada de todas las novelas escritas por todos los escritores del llamado “boom”.
“Tras leerla cambió mi vida de manera drástica, descubrí el universo que nunca había imaginado, y luego de leerla decidí ser escritor. Me convirtió en escritor; años después, se lo pude agradecer a Carlos y Silvia y una de estas vueltas el propio Fuentes me pidió que escribiera el prólogo para la última edición inglesa que se hizo hace algunos años”, confesó.
El también director del Festival Internacional Cervantino, indicó que “Terra Nostra” representa la obra maestra de Fuentes y agregó que a diferencia de lo que suela recurrir, muchos de los fundadores de nuestra tradición novelística fueron “nuestros contemporáneos”.
“Este espejismo no impide considerarlos desde ahora como nuestros clásicos: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, por citar a los más conocidos, edificaron a lo largo de los años un simple conjunto de novelas ejemplares en el cosmos narrativo que han modificado para siempre su panorama literario de esta región del planeta”, señaló.
Volpi se refirió a Fuentes como de los pocos escritores que constituyen una tradición literaria por sí mismos; “Terra Nostra” no sólo es su obra maestra, un concepto irrelevante para un creador desmesurado como él, y en ella, no sólo aglutina o concentra todas sus preocupaciones, sino que constituye una imagen holográfica de su poética”.
Agregó que la obra presentada representa más que un mosaico de voces, “un universo dentro de un universo, una anomalía cósmica, un agujero negro”.
“Se trata de una de las obras más deslumbrantes, poderosas e inaprensibles de nuestro tiempo”, concluyó.
En “Terra Nostra”, Carlos Fuentes hace un complejo recorrido por diferentes tiempos y espacios rastreando los sustratos que formaron la cultura hispánica a través del tiempo.
En la novela confluyen historia y literatura, filosofía y mito, un complejo mosaico de referencias culturales de todo tipo, que se funden en una vasta novela que es, sin duda, un hito en la literatura de todos los tiempos.