Con la exposición “Silla mexicana. Diseño e identidad”, que presenta un diálogo en torno a ese objeto clave en la historia del diseño y que a través de los años se ha ido transformando en un laboratorio de tendencias, el Museo Franz Mayer arranca el
próximo jueves la celebración por sus 30 años.
Abierta el público a partir del día 12, la muestra contempla dos secciones: “Treinta ejemplos de la Colección Franz Mayer”, selección a cargo del área de investigación y curaduría del museo, y “Diseño e identidad”, curada por la historiadora Ana Elena Mallet.
En rueda de prensa, Héctor Rivera Borrel, director de ese espacio, dijo que en la sección de “Treinta ejemplos de la colección Franz Mayer” forma parte del acervo de un total 171 sillas del museo y que pertenecen a la colección de mobiliario de más de mil 100 piezas que el propio Franz Mayer comenzó a reunir a mediados del siglo XX.
Las sillas, de acuerdo con el responsable del museo, constituyen una de las colecciones más atractivas del recinto, al ser una de las más grandes y ricas en su tipo.
Las piezas de esta sección van del siglo XVI a principios del XX, que muestran la destreza y habilidad de bordadores, tejedores, carpinteros, curtidores, herreros y pintores involucrados en la elaboración de dichas piezas con influencia renacentista, manierista, barroca, neoclásica y victoriana.
En esta sección también se revisan algunas de las características de este objeto que lo definen como obra de arte, al tiempo que se destaca su función como mueble, así como el vínculo entre el usuario y la silla en la vida cotidiana.
Para Mayela Flores, curadora del recinto, la propuesta “surgió de un esfuerzo por revisar las sillas que tenemos y sobre todo, quisimos hacer énfasis en revisar las piezas que tenemos en bodega.
No tanto, dijo, privilegiar aquellas que tenemos en la exposición permanente, sino mostrar obras que no han estado a la vista del público.
“En esta ocasión, para jugar con nuestro aniversario, se decidió hacer una selección de 30 sillas, las cuales se enfocan en el caso mexicano, remontándose a antecedentes del caso novohispano, a ese mueble colonial famoso.
“Quisimos además, poner en evidencia, los diálogos, de tal suerte que presentamos a un grupo de sillas que provenían de talleres de Holanda, Francia y que llegaron como parte de los ajuares domésticos y que constituyeron los mobiliarios de las casas aquí asentadas”, señaló.
La exposición se complementa en la sección de “Diseño e Identidad” con la presentación de manera cronológica de 180 sillas de más de 100 diseñadores, arquitectos y empresas mexicanas, que muestran los cambios en su ergonomía, ensamblaje y estética, así como los distintos momentos históricos en que fueron creadas.
Las piezas revelan la búsqueda de sus autores por generar piezas de diseño, crear un gusto local, así como resolver problemas de espacio, ergonomía y estética.
La madera, el plástico, el metal, la cerámica, son algunos de los materiales utilizados en las piezas creadas por reconocidos diseñadores y arquitectos mexicanos como Clara Porset, Óscar Hagerman, Arturo Pani, Bernardo Gómez Pimienta, Pedro Ramírez Vázquez, Pedro Friedeberg y Frida Escobedo, por mencionar algunos.