Cuatro instalaciones que abordan temáticas como la identidad, la ciudad, el juego y la memoria, integran la exposición “Beca Adidas Border”, que se podrá visitar a partir de este 31 de marzo en el Museo Universitario del Chopo.
En su quinta edición, la “Beca Adidas Borde”, que dirige Eugenio Echeverría, está enfocada en el desarrollo de proyectos que involucran dinámicas de investigación a cargo de jóvenes artistas.
El Colectivo Chachacha!, integrado por Raymundo Rocha, Dayron López y Christian Becerra, participa con la obra “Simulación ritual”, que surgió de cuatro talleres que se realizaron en Casa Vecina.
“Los puntos importantes de esos talleres fueron identidad, cuerpo y territorio, por lo que a partir de esos talleres se formó una metodología con la participación de un psicólogo social, a fin de generar iconografía de las personas que asistieron y que después fueron tatuadas”, explicó Christian Becerra en entrevista con Notimex.
Detalló que hubo una serie de ejercicios a partir del arte preferencial, sobre todo de exploración para ir detonando ciertas palabras y otros significados que ellos fueron ingresando en un dibujo, posteriormente decidieron en qué parte de su cuerpo serían tatuados.
Los talleres iniciaron con unas 40 personas, después se hizo una depuración para elegir a 12 personas, seis hombres y seis mujeres, cuyo proceso fue grabado y forma parte de la instalación.
“Lo que proyectamos en el pabellón es el proceso de creación, por lo que va acompañada de un video que contiene documentación de los talleres hasta los tatuajes, y un dibujo del cuerpo humano que se dibujó en la gran pared”, apuntó.
Otra becaria es Laura Meza Orozco, quien exhibe su obra “Pabellón La Hospitalidad” que aborda un patio de juegos, porque le interesa mucho a partir de la hospitalidad tres tópicos centrales que son: el ocio, juego y la celebración.
“Es como un escenario desde el juego, a partir de una serie de módulos (piezas de madera de forma geométrica) que puede ser movido de un lugar a otro, desplazados con el cuerpo o con una mano”, expresó la joven artista.
Subrayó que le interesa mucho que el espacio sea algo vivo y que se pueda configurar siempre, además de que incluye plantas naturales para darle esa vida al espacio.
Mientras que el artista visual Néstor Jiménez, presentará la pieza “La cruda también puede ser un horizonte”, cuya creación contó con la colaboración de su hermano Edgardo Jiménez (arquitecto).
La obra consiste en una serie de dibujos y maquetas creadas a partir de la memoria sobre la casa de la madre de ambos, por lo que se estableció una dinámica de recreación y evocación del espacio.
“También se hicieron unos bocetos, unos los hizo mi hermano y otros los hice yo para recordar cómo era la casa, que sin vernos, porque lo hicimos por separado, los podíamos yuxtaponer para llegar a ser híbridos de alguna manera”, señaló.
Por último el Colectivo Aztlan, integrado por Tania Garduño, Chantal Garduño, Maxime Dossin, Laetitia Jeurissen, Gabriel González y Fernanda Barreto, participará con la instalación “Aztlan. Hacia el fracaso”, creada a partir de algunos conflictos de comunicación interna de un grupo sobre qué significa trabajar en colectivo.
“Decidimos transformar las preguntas que uno puede hacerse en un sentido lúdico en un juego como es un tablero grande de serpientes y escaleras, el cual explora la problemática que surge a partir del trabajo colectivo”, precisó Fernanda Barreto.
Tania Garduño, integrante del Colectivo Aztlan, señaló que la idea del tablero serpientes y escaleras, salió un poco de ese recuerdo que todos “tenemos en la niñez al que todos ponemos relacionar, que es un juego en el que ganas o pierdes todo el tiempo”.
El pabellón ofrece, para consulta, los archivos e historias de los integrantes de Aztlan, referencias textuales y audiovisuales, conociendo de esta manera el fracaso y la utopía. El público puede contestar o expresar ciertas preguntas o temas de trabajo en un libro de quejas y sugerencias, o entrar en catarsis a través del uso de un karaoke.
La exposición “Becas adidas Border” permanecerá abierta al público hasta el próximo 2 de mayo en el Museo Universitario del Chopo.