A pocos días de que se cumpla el primer aniversario luctuoso del comunicador mexicano Jacobo Zabludovsky (1928-2015), colaboradores cercanos dan fe del genio y figura de uno de los personajes más influyentes de la televisión mexicana durante el siglo pasado.
Lo hicieron a través de 64 crónicas compiladas en el libro “24 horas con Jacobo Zabludovsky” que, coordinado por Philippe Bac y editado por el sello Diana, rinde tributo al maestro, colega y amigo de por lo menos tres generaciones de periodistas en este país.
En entrevista, Bac, quien fuera reportero de Noticieros Televisa de 1977 a 1993 y corresponsal de “24 horas” en Canadá y Francia, explicó que no se trata de un material exhaustivo, pues era imposible buscar a todos y cada uno de los que en algún momento trabajaron con él.
Sin embargo, los periodistas que aún se mantienen en contacto y quedaron incluidos en el material lograron un buen retrato de Jacobo, un hombre al que consideró “con una inteligencia superior, que hizo escuela en la televisión mexicana y en la historia de este país”.
Recordó que la idea del libro fue de Raúl Hernández, quien fuera jefe de redacción de Noticieros Televisa durante más de tres décadas, y quien ya falleció. El, agregó, insistía mucho en que se dejara testimonio de cómo se hacían hace 40 años los noticieros, dado lo mucho que esto ha cambiado con la tecnología.
Al final, dijo, se coordinaron y comenzaron a escribirlo, lamentablemente, Jacobo, quien se había comprometido a escribir el prólogo, murió el 2 de julio del año pasado, antes de terminarlo, “pero estoy seguro de que le hubiera gustado y se hubiera reído con nosotros al recordar estas anécdotas”.
En el libro participan plumas de reporteros y corresponsales como María Antonieta Collins, Gregorio Meraz, Valentina Alazraki, Alberto Peláez, Cascia Viderko, Félix Cortés Camarillo, Joaquín López Dóriga, Rita Ganem, Fernando Schwarts y Heriberto Murrieta, entre otros.
Bac aún no sabe si habrá una presentación formal del volumen, en homenaje a Zabludovsky, y aunque la publicación es por sí misma el tributo de sus colaboradores, al menos de los más cercanos, no descartó que más adelante haya más interesados en dar vida a un segundo volumen con más anécdotas de este tipo.