En una noche totalmente despejada, más de 80 mil personas, el mayor número desde su primera edición, se reunieron en las Islas de Ciudad Universitaria para reencontrarse con el cielo y admirar la Luna, las estrellas y los planetas.
De acuerdo con los organizadores, las más de 100 sedes que se tienen en el país contaron con una afluencia de aproximadamente 150 mil personas que disfrutaron de charlas, talleres, exposiciones y admiraron los astros a través de telescopios que se ofrecieron de manera gratuita.
La finalidad de este encuentro consistió en divulgar la ciencia espacial, así como acercar a niños y jóvenes al desarrollo científico y tecnológico y al trabajo de los investigadores mexicanos.
Bajo el lema “Menos focos, más estrellas, en busca del cielo perdido”, la octava edición de esta fiesta científico-cultural hizo un llamado a la población para reducir la contaminación lumínica y poder observar las maravillas del cielo.
Científicos, aficionados a la astronomía, y público en general disfrutaron de esta verbena gratuita que ofreció talleres, exposiciones, obras de teatro en más de 50 carpas, así como cuatro planetarios y dos museos móviles.
A través de los más de 250 telescopios, los asistentes apreciaron la Luna, las estrellas, las constelaciones; así como los planetas Marte, Venus y Urano, entre otros.
Además, el evento astronómico más importante de América Latina contó con la participación de entre cinco mil y seis mil voluntarios que ofrecieron asesoría a los asistentes a esta festividad que se llevó a cabo desde las 12:00 horas de este sábado.
Un ambiente familiar se vivió en la explanada de rectoría de la UNAM, donde se armó una gran fiesta a la que por primera vez asistió Esteban Estrada con su esposa y sus dos pequeñas hijas.
Manifestó que este evento le pareció muy interesante, particularmente los diferentes tipos de telescopios, mediante los cuales observó la Luna en su alma máter.
A este encuentro también asistió por primera ocasión David, de 11 años, quien quedó totalmente sorprendido luego de haber observado la Luna.
Dijo que valió la pena haberle insistido a sus padres para que lo llevaran a la Noche de las Estrellas, porque por fin pudo ver muy de cerca al satélite natural de la Tierra.
La Noche de las Estrellas fue organizada por la Academia Mexicana de Ciencias, la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.
Además del Instituto de Astronomía de la UNAM, la Asociación Mexicana de Planetarios, la Agencia Espacial Mexicana, la Agrupación Mexicana de Distribuidores de Telescopios y Binoculares, la embajada de Francia en México y la Federación de Alianzas Francesas.