La muerte de Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura, "fue un reflejo de su personalidad: serena, elegante, discreta y pudorosa, como un gato pardo se fue tranquilo y en absoluta paz", expresó el hijo del funcionario, Rafael Tovar López Portillo.
Durante el homenaje encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto en el Teatro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes, recinto fundado por el abogado, historiador y diplomático, su hijo destacó el legado de su padre a quien comparó con figuras de la talla de José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet.
Ante un recinto lleno y con la presencia de representantes de los tres poderes del país, del gabinete presidencial, miembros de la comunidad cultural e invitados especiales, Rafael Tovar López Portillo honró a quien fue promotor cultural, político y escritor, así como esposo, padre, abuelo, hermano y amigo.
Dijo que gracias a la cercanía que tuvo con su padre aprendió de temas tan variados como genealogía y química, historia y biología, arquitectura y astronomía, sin embargo, afirmó, "serán los valores que mi padre dejó en mí, los que me guiarán como brújula a lo largo de mi vida".
La bondad que caracterizaba a su padre y el enorme amor que sentían por él, "logro que sus dos familias, la primera y la segunda, se convirtieran en una sola y el hecho de que ya no esté no quiere decir que ello cambiará, pero sí significa que el enorme amor y unión que existe entre nosotros se hará profundo pues podremos consolarnos por un vacío imposible de llenar y que solo es comprensible en la intimidad de la familia", aseveró.
Acompañado de su familia y sus hermanas Leonora, María y Natalia, prometió "estar a la altura de mi padre y actuar de manera coherente y consecuente con lo que él hubiese querido".
Recordó que de todos los momentos con los que vivió al lado de su padre, el más significativo "fue la madrugada del 10 de diciembre cuando tuve la fortuna de acompañarlo en el momento de su muerte, de verlo a los ojos, mientras en silencio, nos decíamos todo y su vida se apagaba".
Destacó que tras la muerte de Rafael Tovar y de Teresa, "honro el lema de familia que reza: una buena muerte honra toda una vida, pero en su caso, no solo será la muerte la que la honre, sino el amor que profeso por México y que dejó en nosotros: esposa, hijos, nietos, hermanos, amigos y colaboradores".
"Hoy más que nunca y de recibir muestras de cariño, apoyo y solidaridad, estoy orgulloso de llevar el nombre de mi padre, un hombre ejemplar que hizo y dio todo por su familia y México, que no flaqueó al final, cuando la enfermedad comenzaba a causar estragos y su cuerpo comenzaba a traicionarlo.
"Llevo el nombre de un mexicano patriota, de un mexicano ejemplar, que trabajó sin vanidad y con el único propósito de hacer y dejar un país mejor, ese es su gran legado, hasta siempre y gracias por todo, papá", concluyó.