En Bellas Artes se habló de la primera muestra de Picasso montada en México

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En el marco de la muestra Picasso & Rivera: Conversaciones a través del tiempo, se llevó a cabo la charla Picasso y el contexto cultural mexicano, la tarde de este martes 22 de agosto en el área de murales del Palacio de Bellas Artes.

El curador e investigador del Museo Experimental El Eco, Mauricio Marcin, abordó la primera muestra de Picasso en México, la cual se remonta a 1944, año en que se fundó la Sociedad de Arte Moderno.

Explicó que se trató de una institución privada considerada pionera de un modelo de la gestión cultural al impulsar la recaudación de fondos entre el sector privado para destinarlo a la gestión y promoción de las artes plásticas y visuales.

De acuerdo con Mauricio Marcin entre los suscriptores, patrocinadores y benefactores de la Sociedad, se encontraba Inés Amor, fundadora de la Galería de Arte Mexicano, quien en su libro de memorias señaló que auspició dicha institución con el objeto de traer a México la exposición de Pablo Picasso varada en Nueva York por la guerra.

Gracias a patrocinadores se logró reunir 75 mil pesos, que representaban el costo del flete, seguros e instalación de la exposición a la que acudieron a hacer el montaje René D´Harnoncourt, Henry Clifford, John McAndrew, Isabel Roberts y Edgard Kauffmann.

“Con el apoyo del Museo de Arte Moderno de Nueva York, se reunió 64 obras del artista español, de diversas épocas. La obra más temprana que se exhibió fue el retrato de don Mateo F. De Soto, dibujado a lápiz en 1899 y la obra más reciente, un dibujo a lápiz titulado Cabeza, propiedad del poeta surrealista Benjamín Peret”, dijo el investigador.

Aseguró que dicha muestra representó la primera vez en que la obra de Pablo Picasso se exponía en México en un momento en que su nombre y obra ya eran ampliamente conocidos.

“El catálogo de la exposición constituye un útil documento para los investigadores, y es quizás una de las fuentes primeras mediante las cuales introdujo la importancia de Picasso entre el público de México”.

Destacó que ahí se reproduce una entrevista publicada por primera vez en The Arts, que el artista, galerista y mecenas mexicano Marius de Zayas realizó a Picasso, en 1923.

“En parte de la entrevista Picasso dice: No puedo comprender la importancia que se da a la palabra investigación en relación con la pintura moderna. A mi modo de ver, buscar no quiere decir nada en pintura. Lo importante es encontrar”, y agrega:

“A nadie le interesa seguir a un hombre que, con la mirada puesta en el suelo, se pasa la vida buscando la cartera que la suerte puede ponerle en su camino. El que encuentre algo, sea lo que fuere, aún sin buscarlo, despierta al menos nuestra curiosidad sino nuestra admiración”.

Mauricio Marcin aseguró que además de esta exposición, la Sociedad de Arte Moderno realizó otras cuatro muestras más: Máscaras mexicanas en 1945, una colectiva titulada Obras maestras de la pintura europea en México en el mismo año,  y México visto por sus pintores: paisajes y escenas de campo y ciudad, en 1946, la cual a diferencia de todas las demás que se realizaron en la planta del segundo piso de un edificio en Reforma, se llevó a cabo en una galería improvisada en el Bosque de Chapultepec.

El también editor del libro Las ideas de Gamboa  citó a la investigadora e historiadora del arte Ana Garduño, quien aseguró que las exposiciones temporales de la Sociedad fueron llevadas a cabo con un alto nivel de calidad por Fernando Gamboa.

“Esto no sólo en cuanto a la selección de piezas, sino también en relación con la museografía. De hecho con base en su trabajo en la Sociedad es que se catapultó la carrera de museógrafo”.

La exposición Picasso & Rivera: Conversaciones a través del tiempo permanecerá hasta el 10 de septiembre en el museo del Palacio de Bellas Artes. Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. $60, domingos entrada libre. Entrada gratuita a estudiantes, maestros e INAPAM.

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