El diputado federal Carlos Gutiérrez García, del Grupo Parlamentario Nueva Alianza, se pronunció a favor de impulsar la modificación del etiquetado frontal de alimentos empaquetados y bebidas embotelladas, con el objetivo de hacerlo más claro y comprensible, crear conciencia sobre su contenido y contribuir a reducir la obesidad, sobrepeso y diabetes.
El legislador turquesa comentó en entrevista que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, realizada por la asociación civil El Poder del Consumidor, reveló que sólo uno de cada diez mexicanos entiende el contenido del etiquetado nutrimental de los alimentos y bebidas que adquiere o consume.
“Las etiquetas frontales de alimentos empaquetados, enlatados y bebidas embotelladas, que utilizan el formato de Guías Diarias de Alimentación (GDA), sirven de base para que los ciudadanos entiendan el contenido de los productos que adquieren. No obstante, pese a los esfuerzos por aclarar la información de los mismos, el lenguaje continúa siendo muy técnico”, aseveró.
Gutiérrez García agregó que no en todos los productos se explica de forma comprensible el contenido real de azúcares, sal y grasa de los alimentos. Este diseño no permite comparar los ingredientes con los cuales están hechos, por lo que el ciudadano desconoce si la ingesta dichos productos es o no saludable.
Explicó que los parámetros establecidos en la Norma Oficial Mexicana (NOM) sobre las Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas, información comercial y sanitaria (NOM-051-SCFI/SSA1-2010), publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 5 de abril de 2010, son de tipo específico y en un lenguaje poco comprensible.
“Los productos deben informar sobre las porciones contenidas en cada envase, fecha de caducidad, contenido de fibra dietética, Ingesta Diaria Sugerida (IDS) y Recomendada (IDR), leyendas precautorias, entre otras. Sin embargo, los ciudadanos no están acostumbrados a este lenguaje nutrimental, lo que contribuye a que no se vean reflejadas las bondades de esta norma”, planteó.
El diputado aliancista aseguró que desde su implementación, las cifras de obesidad y sobrepeso no han disminuido, pese a que el etiquetado “se ha reconocido como una herramienta que tiene el potencial de influir en la elección de los alimentos hacia productos más saludables, así como para promover la reformulación de alimentos procesados”.
Señaló que México es el país con la tasa más alta de obesidad en adultos en América Latina, y el sexto con más índices en niños y adolescentes de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “donde el 17.5 por ciento de la población entre cinco y 18 años, padecen alguna de estas enfermedades”.
Lo anterior, dijo, se debe principalmente por el aumento en el consumo de productos poco saludables, debido a sus altos contenidos calóricos por la prevalencia de harinas y grasas difíciles de digerir “que no son claras en las etiquetas de muchos alimentos”, y por otros factores como el sedentarismo y la herencia.