Corona, la cerveza mexicana con presencia en 180 países alrededor del mundo, se unió con el artista Pedro Friedeberg, para realizar una icónica pieza de arte que muestra una historia de desfronterización continua, un paralelismo de la historia que comparten México y la cerveza más fina.
“El muralismo es uno de los periodos más importantes del arte en México, a través de ellos artistas como Rivera y Siqueiros han podido narrar la historia de este país y hoy hemos comisionado a Pedro Friedeberg para poderle dar un regalo a México en donde quede narrada la historia de progreso y calidad que comparte este país y Corona” afirma Clarissa Pantoja, directora de Cerveza Corona.
La pieza fue comisionada al artista surrealista mexicano Pedro Friedeberg, quien en su prolífera y larga carrera ha podido conocer en primera persona la historia que narra este mural, el cual, fue creado bajo técnicas de perspectiva, delineados en grafito sobre papel y repetición de distintos íconos, en donde cada uno representa una imagen-concepto que traduce y abre la puerta a un de periodo histórico y fueron elegidos conforme al imaginario de Pedro.
El maestro es mundialmente famoso por sus icónicas piezas de arte, como la mano-silla, misma que aparece en la campaña de Corona junto con el actor Gael García Bernal.
El mural nace de un diseño en formato de 90 x 60 cm y será escalado en la pared de la fábrica de Cerveza Corona de Grupo Modelo ubicada en Lago Alberto. Así los mexicanos podrán disfrutar de esta pieza desde el exterior de dicha planta.
Interpretación del mural
La obra está construida en el clásico formato de perspectiva del artista, con lo cual se simula un espacio cuadrado y en cada uno de los lados de la misma, podemos descubrir la narrativa de los cuatro periodos de progreso de la marca y con la historia del país desde su inicio en 1925. En los gráficos del primer cuadrante vemos cómo nace Corona, transformando el pan en cerveza e introduciendo la icónica botella transparente para mostrar que está hecha con los mejores ingredientes. En el otro, vemos íconos de la época de cine de oro mexicano y la Caravana Corona, la cual llevó cultura y Coronas a cada rincón del país. En el otro extremo Podemos interpretar como los dibujos hablan del periodo en el que ante una crisis económica, la marca inicia una ambiciosa etapa de exportación, que ha llevado el nombre de México a más de 180 países. En el último lado del mural podemos ver reflejado cómo los mexicanos han aprendido a convertir obstáculos en oportunidades, derrumbando fronteras físicas y mentales. Al centro vemos como todo este universo surrealista gravita alrededor de la icónica marca.