*Exposición del artista Sabino Guisu critica el actuar del hombre
contemporáneo
La exposición Guí yase o Fuego negro del artista Sabino Guisu (Juchitán, Oaxaca, 1986) rinde un homenaje a las culturas antiguas de México y el mundo, pero con especial atención a la cultura zapoteca, a la cual él pertenece.
Hijo de una artista plástica y descendiente de artesanos, el joven indígena explica a Notimex que la muestra, la cual estará abierta al público este próximo viernes en la galería Maia Contemporary, también invita a una reflexión sobre el actuar del hombre en tiempos actuales.
“Es una combinación de lo sagrado, ritual y espiritual que tenían las culturas antiguas, esta conexión que los seres humanos guardaban con la tierra. El contraste de la cultura contemporánea de esta época, que es una sociedad de consumo y espectáculo, se empezó a acostumbrar a un sistema económico y social que para nada beneficia a los pueblos originarios y a las lenguas nativas”, expuso.
En su trabajo, teniendo al fuego y la luz como ejes, el público encontrará piezas elaboradas con humo y grana cochinilla, así como otras que en el cuerpo tienen miel, tabaco, obsidiana, jade, pluma y algunos artefactos hallados en la vida cotidiana. Sabino Guisu explicó que hay una pieza hecha con base en tortillas de maíz criollo, la cual formó parte de una serie de carteles que en Oaxaca usaron para manifestarse contra la introducción del maíz transgénico a los pueblos originarios de esa entidad. El joven zapoteca también habló de una segunda pieza que reflexiona sobre la extinción de las abejas “a partir del capricho humano”.
“El arte en un principio se utilizó para motivos religiosos y después para satisfacer las necesidades de la aristocracia, pero luego evolucionó y revolucionó la forma de pensar; y es como la música: usarlo para bien o para mal. Muchos artistas han utilizado el arte como un instrumento de liberación, protesta o crítica ante las injusticias y las verdades ocultas que tiene el mundo”, subrayó.
Sabino Guisu recibió la mentoría del maestro oaxaqueño Francisco Toledo, con quien ha colaborado y exhibido en varias ocasiones; Fuego negro es la primera exposición individual del artista en la Ciudad de México.
Invitó a la gente a conocer tanto sus ideas como los poco más de ocho años en el arte: “quiero que el público vea que de México se puede sacar mucha materia prima para poder hacer arte contemporáneo”. Indicó que la exposición Fuego negro estará compuesta por pinturas, objetos, arte con luz, instalaciones, piezas con láser y otras con organismos, como los hongos comestibles y medicinales.