Los yaquis y su preservación de la cultura

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*Recinto museográfico hace uso de tecnologías para promover tradiciones
 
México, 20 Ago (Notimex).- La historia, cultura y costumbres de los yaquis —uno de los pueblos que guardan celosamente el uso de su lengua, tradiciones y arraigo a la tierra— son atesorados en un recinto museográfico que lleva más de dos décadas en constante renovación.
      Asentado en una casona de finales del siglo XIX, esto en el pueblo de Cócorit, Sonora; el Museo de los Yaquis cuenta con 13 salas permanentes, según informó en un comunicado la Secretaría de Cultura.
      Cócorit es uno de los ocho pueblos tradicionales y, en coincidencia, dicho recinto cultural cambió los tradicionales objetos reposados en vitrinas con largas explicaciones en fichas, a un concepto que muestra una cultura viva a través de pantallas, imágenes pictóricas y esculturas.
      Enrique Espinoza Pinales, director del museo, explicó que en los últimos 11 años el espacio museográfico modificó el concepto y las funciones, respaldado por un amplio trabajo de investigación apoyado de un grupo interdisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Sonorense y otras instituciones educativas locales.
      El museo cuenta con 13 salas, 11 de las cuales están destinadas a las exposiciones permanentes con temas específicos: cosmovisión, territorio, fiestas, danzas, formas de gobierno, vestimenta, vida cotidiana, medicina tradicional, historia.
      Considerando a los menores de edad, existen tres salas lúdicas provistas de juegos tradicionales como lotería, memorama y rompecabezas. A ella se agrega una más de carácter temporal.
      Durante 23 años, el Museo de los Yaquis permaneció en Ciudad Obregón y mantenía un concepto tradicional, en donde todo lo que se exhibía era a través de vitrinas e incluso maniquís. En su nuevo concepto —apoyado por tecnologías— logra ser interactivo.
      Espinoza Pinales adelantó que para el año de 2020 renovarán el sentido de comunicación con el público, lo cual implicará “la creación de un micrositio o una red interna que permita — a través de dispositivos móviles— tener acceso a audios, textos y documentos a consultar (como ensayos, artículos e incluso libros y música)”.
  

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