El consumo de jugo de arándano rojo a largo plazo reduce la presión arterial alta y mejora la función de los vasos sanguíneos, de acuerdo con
un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Helsinki en Finlandia. El estudio, que formó parte de la tesis doctoral del científico Anne Kivimäki, constó en revisar los efectos cardiovasculares del consumo de jugo de arándano rojo y la grosella negra líquida en ratones genéticamente hipertensos en un promedio de ocho a 10 semanas.
El jugo de arándano rojo redujo significativamente la presión arterial alta y mejoró la función deteriorada de los vasos sanguíneos al nivel de los vasos sanos, sin embargo el jugo no previno la elevación arterial en relación con la edad del animal, apuntó el investigador mediante una publicación de la universidad.
Además, el jugo de arándano rojo impidió la expresión de genes asociados con inflamación de bajo grado en la aorta (arteria más importante del organismo), mientras que el efecto de otros jugos de bayas fue menos marcado.
“El efecto subyacente es probablemente la reducción de la inflamación de bajo grado, así como los mecanismos relacionados con el sistema renina-angiotensina, un regulador central de la presión arterial y la disponibilidad de óxido nítrico, un factor vasodilatador endotelial local”, refirió.
Anne Kivimäki indicó que el jugo de arándano rojo no sustituye la medicación, pero es un buen suplemento dietético, aunque dichos hallazgos experimentales necesitan evidencia de estudios clínicos comparativos en individuos sanos con presión arterial ligeramente elevada.