Las afectaciones provocadas por el fuego en Australia son señales de alerta para elaborar políticas que permitan contener los daños. Debido a
que los incendios afectan en todas partes del mundo, México no está exento a sus efectos, consecuencia del cambio climático, comentó el Dr. Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista, dijo que el problema es grave, sin embargo, se puede prevenir una tragedia con la participación de todos. “Es imperativo que haya una política nacional ambiental establecida y definida, con objetivos y métricas para analizar la efectividad de los programas. Por ejemplo, una Política Nacional de Cero Deforestaciones, y tratar que no haya una sola hectárea de selva o bosque deforestada, es algo que se puede medir”, explicó.
La nueva Norma es atender los impactos de los cambios en el planeta, ya que la realidad está superando los escenarios previstos por los investigadores hace más de diez años. La respuesta a los embates tiene que ser con personal calificado para actuar en caso de una emergencia. En México, el sexenio pasado se contaba con 30 mil bomberos y apagafuegos entrenados en comunidades rurales para combatir los incendios, hoy el número va a la baja, pero la suma de esfuerzos para colaborar y evitar una catástrofe irreversible puede ser la diferencia.
Recordó que, en el 2019, en el país se perdieron 200 mil hectáreas a causa del fuego, y que la actividad humana altera el cambio climático y el cambio global, “No puedes tener mejor calidad de vida destruyendo el ambiente, en Sidney se vivió el máximo permitido de partículas suspendidas, 12 o 15 veces, o sea, 1 mil 500 veces más alto de lo que marcan los estándares internacionales”, expresó.
Para quienes han sufrido las quemas en Australia, será necesario llevar a cabo políticas que brinden apoyo médico y psicológico que ayuden a paliar las consecuencias de lo vivido, ya que en el lugar nueve millones de hectáreas se perdieron, no hay árboles, fauna, cultivos, ni agua. La lluvia deslavará lo que haya a su paso por falta de vegetación y el sedimento causará erosión, algo que acabará en los cuerpos de agua y las presas se azolvarán
Luego de exponer que Australia h
a evolucionado con el fuego y que sus ecosistemas estaban “acostumbrados” a las altas temperaturas, los recientes incendios rebasaron su capacidad y más de la mitad de especies se encuentra en peligro de extinción. De acuerdo a la base de datos de la iniciativa Stop Extinction de la Universidad de Stanford, en aquel país se desarrollaron más de 2 mil 300 especies de vertebrados, y por cada una de estas especies hay miles de invertebrados no contabilizados entre las pérdidas de vida. Además, se trata de especies 90 % endémicos.
Las actuales consecuencias del cambio climático y global representan la oportunidad de modificar las acciones humanas hacia un futuro con recursos suficientes para la vida en el planeta.