La autonomía en el arte es básica para poder establecer un diálogo con el
espectador y con la sociedad. Se erige como una creación libre y desinteresada en sociedades que se asumen democráticas, donde existe la igualdad y los derechos.
A lo largo de la historia, el arte ha transitado por diversos enfoques y utilidades de carácter social. Desde los primeros vestigios del hombre, viviendo en sociedad organizada, el arte se asociaba con una utilidad espiritual manifestada en rituales. Posteriormente, se le relacionó con aspectos de carácter público, social y político, representado en monumentos para reivindicar hechos, marcar puntos de partida, o cambios de ciclo. Y fue hasta el siglo XX cuando surgió la idea del arte más allá del aspecto utilitario, comentó Eduardo Juárez Garduño, académico de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco.
Tras las reflexiones de Immanuel Kant —filósofo alemán considerado uno de los pensadores más influyentes de Europa en la época moderna—, el arte se erige como una creación libre y desinteresada en sociedades que se asumen democráticas, donde existe la igualdad y los derechos. “Surge un arte comprometido que no solo es contemplativo, sino que es abierto y puede tener múltiples lecturas”, dijo Juárez Garduño, en el artículo La autonomía en el arte como canal de comunicación, publicado en la revista Forum, del Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C.
Además, se reconoce su autonomía y su potencial de comunicación, como un agente siempre crítico y no autocomplaciente. Actualmente, “la autonomía en el arte es básica para poder establecer un diálogo con el espectador y con la sociedad”, puntualizó Roberto Padilla Sobrado, también académico de la UAM.
En la UAM somos totalmente autónomos, desde su creación en los años 70 la universidad siempre ha generado una propuesta muy particular que manifiesta su interés por una mejora social. “La autonomía en el arte es un rasgo prioritario en el trabajo del artista que, en caso de no ejercerla, plasmaría algo que no le es propio sino del contexto, autoridad, ideología o dogma”, describió Padilla Sobrado, coordinador de la licenciatura en diseño de la comunicación gráfica.
“En nuestra área, cuando se diseña no hay ninguna línea política o económica que se deba seguir. El alumno puede generar sus propias propuestas y se discuten al interior de la universidad; nunca ha habido censura. Por ejemplo, el tema de la reivindicación social de la mujer o del acoso es contundente, es una fuerte discusión y el estudiante es libre de expresarlo”, opinó.
No obstante, en ámbitos donde la libertad está vedada sobre ciertos temas, el artista se pondrá a prueba; por ejemplo, en países del Medio Oriente donde no se puede representar gráficamente los cuerpos humanos, el autor deberá figurarlo de una forma distante, metafórica o no hacerlo porque se considera un delito, explicó Eduardo Juárez, profesor en la licenciatura de diseño de la comunicación gráfica.
Hoy, el arte contemporáneo juega con la idea de lo efímero o lo absurdo como un recurso a la provocación, sobre todo en las artes plásticas, pero sin importar la época: el artista crea lúdicamente, porque es una forma de conocimiento que parte de la sensibilidad humana, concluyó Juárez.
Pie de foto: En ámbitos donde la libertad está vedada sobre ciertos temas, el artista se pondrá a prueba. Foto: Forum.