Hoy, los padres y madres de familia se encuentran en un proceso de enseñanza
continua que la coyuntura actual trajo consigo, y es que intentar cubrir el puesto que un pedagogo desarrolla con los más pequeños del hogar en los institutos es, por lejos, una tarea sencilla. En consecuencia, la importancia de proseguir con el aprendizaje mientras se realizan las tareas del hogar y los compromisos laborales, se vuelve una situación intrincada.
Aprendizaje lúdico
Al realizar una actividad que requiere destreza o habilidad, naturalmente se realiza con el fin de entretenerse y divertirse, pero ¿por qué no realizar una yuxtaposición entre el juego y el aprendizaje?
Un estudio realizado y publicado por El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), informa que el juego constituye una de las formas más importantes en las que los pequeños obtienen conocimientos y competencias esenciales que los instruye a convivir, compartir, negociar y resolver conflictos con las personas que los rodean.
Las relaciones que los infantes establecen al pasar la mayor parte de su tiempo en un ambiente familiar influyen directamente en la forma en la que se desenvuelven en el mundo. Por tal razón, en este primer núcleo se tiene la mejor oportunidad para incentivar el aprendizaje de la mano de los quehaceres de la casa, mediante el juego.
Jugar y aprender con las tareas del hogar
En este momento, millones de niños están en casa todo el día. Eso significa que todo su aprendizaje ahora se lleva a cabo en el hogar, así que no hay mejor oportunidad para que los pequeños aprendan habilidades que les brindarán beneficios hasta la edad adulta.
Con la campaña Chore Club, que Whirlpool ha implementado, buscan ayudar a los padres y madres a que actividades como almuerzos simples, hasta ayudar a lavar la ropa o guardar los platos, sean lecciones que le den a los niños la estabilidad que necesitan, al tiempo que les proporcionen habilidades vitales para la vida que han demostrado ayudar a impulsar el éxito en su futuro. Para lograr el objetivo de esta iniciativa, la compañía encontró diversas formas creativas y útiles, con las que se puede mezclar la rutina del hogar y escolar de los niños.
Impulso mundial
El aprendizaje temprano no es una situación que haya cobrado relevancia ante la pandemia, de hecho, la educación preescolar se considera una herramienta esencial para lograr una enseñanza primaria universal y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El objetivo es claro, asegurar que en el 2030 “todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria”.
En resumen, el asegurar el acceso a una educación de calidad constituye una estrategia clave para mejorar el aprendizaje y los resultados escolares, así como la eficacia de los sistemas educativos.
La relevancia de ejecutar estos proyectos que atiendan a la agenda 2030, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y que realmente sean funcionales forman parte del sólido programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que la multinacional, Whirlpool, busca implementar tanto con colaboradores como con los consumidores.
Durante más de 100 años, Whirlpool se ha inspirado en cómo las personas cuidan a sus familias, la marca continúa diseñando electrodomésticos enfocados en mejorar la manera en que las familias brindan y reciben la atención.
Después de todo, la compañía comprende que lo único que necesitamos para que los más jóvenes del hogar continúen aprendiendo y apoyando en las labores domésticas es: tiempo en familia y gran creatividad.