Derivado del confinamiento producido por el covid-19, las personas que mantenían un estilo de vida saludable al realizar ejercicio en su vida diaria y las que eran inactivas en el ámbito deportivo, comenzaron a implementar actividad física dentro de su hogar e improvisaron un espacio para llevar a cabo rutinas de entrenamiento con objetos de diferente peso; ejercicios diversos como abdominales, sentadillas, salto de cuerda, entre otros, para mantenerse activos, disminuir la ansiedad y el estrés.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), el estrés se puede combatir con la activación física y la práctica de algún deporte, debido a que mejora la calidad del descanso.[1]
Sin embargo, es importante mencionar que se debe de tomar en cuenta que realizar ejercicio es un proceso que requiere de asesoría, pues existe la posibilidad de lastimar el sistema músculo-esquelético.
El sistema músculo-esquelético esta conformado por músculos, tendones, ligamentos, articulaciones y su función es proporcionar forma, estabilidad y movimiento al cuerpo.
¿Por qué ocurren las lesiones deportivas?
Las lesiones deportivas se presentan cuando alguna zona del cuerpo se lastima por no realizar el correcto acondicionamiento físico que permite desarrollar fuerza, elasticidad e incluso velocidad; y también por poseer una técnica inadecuada de la realización de ciertos ejercicios.
Hay lesiones más comunes que otras, las que predominan en consultorio son las contusiones en ligamentos de las rodillas: generadas por un inadecuado estiramiento, subir escalones, desplazamientos laterales, patitos, splits, salto de cuerda; tendinitis de hombro: por realizar ejercicios como saltos con los brazos extendidos o golpear un costal; y lesiones musculares en la espalda: ocasionadas por levantamiento de peso con botellas de agua, bolsitas con frijoles, realizar una sentadilla de manera incorrecta o levantarse muy rápido del piso.
¿Cómo saber si se encuentran lesionados?
Las contusiones provocan dolor agudo y son aquellas que se sienten de manera intensa pero momentánea, aunque, si no se atienden adecuadamente provocan daños permanentes que se manifiestan con dolor crónico, que es aquel que persiste semanas, meses e incluso años.
Cuando ocurre una lesión, lo primero que deben de hacer es acudir de inmediato con un médico especialista para saber la gravedad de la misma. De hecho, bajo terapia física y prescripción médica con desinflamatorios y relajantes musculares de uso prolongado como es la combinación de meloxicam-carisoprodol, se reduce el dolor y la inflamación de las lesiones músculo-esqueléticas, aumentando la flexibilidad de los músculos, ligamentos y articulaciones de la zona.
Es fundamental hacer hincapié en que, si la lesión se atiende en los primeros 60 minutos, la recuperación será un 40% más rápida.[2] Realizar ejercicio en el hogar, es una manera adecuada de mantenerse sano y alejar al estrés, pero debe de llevarse a cabo correctamente para evitar lesiones. La manera más sencilla de hacerlo es informarse sobre la forma adecuada de ejecutar un ejercicio para evitar un entrenamiento que produzca dolor. *
El autor es especialista en Ortopedia y Traumatología de la UNAM; especialista en Medicina del Deporte del Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País Habana, Cuba; cuenta con una subespecialidad en Cirugía Articular por parte de Asepeyo Madrid, España, y actualmente es director general del Instituto Ballord de Cirugía y Terapia Celular.