GUANGZHOU, 2 sep -- Cuando en 2010 Ezequiel Santa Cruz llegó a Shenzhen, ciudad de la provincia meridional china de Guangdong adyacente a Hong Kong, no pensaba que se quedaría en ella por 10 años.
Santa Cruz viene de México y lleva 20 años cocinando tacos, la comida más típica de su país. Hoy en día el negocio de su propia taquería se ha extendido a otras ciudades chinas, como Fujian y Shanghai, y también a Tailandia.
"Cuando llegué hace 10 años, Shenzhen era como una pequeña ciudad y no había tanta construcción. Precisamente ahorita donde estamos aquí, el edificio más alto de esta zona no existía. No solamente para mí es impresionante. Tengo amigos y clientes que vienen frecuentemente, me dicen qué cambiado este edificio, ¡en qué momento pasa!".
Este año coincide con el 40 aniversario del establecimiento de la Zona Económica Especial de Shenzhen. A lo largo de estas cuatro décadas, la localidad ha pasado de ser un pequeño pueblo de pescadores a una moderna metrópoli y un motor para la Gran Área de la Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao.
El cocinero mexicano recuerda que a su llegada había en la ciudad solo unas cuantas líneas de metro, pero ahora hay 10. "Es un ejemplo de un avance gigantesco. El cambio ha sido muy impresionante, China no descansa, está siempre construyendo y avanzando", afirma.
Santa Cruz abrió su propia taquería en 2014, ofreciendo seis tipos de tacos, enmoladas, enchiladas y otros platos. Para conservar el sabor original, el ahora empresario insiste en contratar cocineros de su México natal, y también trae los ingredientes directamente desde allí.
"Al principio, la gente paraba y tomaba fotos por la abundancia de extranjeros. Hay días en que tengo puro cliente extranjero", dice, para luego añadir con satisfacción, "ahora a veces hay una mesa de extranjeros y en todas las otras 20 mesas solo chinos".
Santa Cruz dice que cada vez más chinos tienen interés por probar sabores nuevos y aventurarse a algo diferente. Shenzhen, en su calidad de metrópoli, proporciona a los amantes de la gastronomía cocina de todo el mundo.
La modernidad de la ciudad y la curiosidad de los clientes hacen florecer el negocio de Santa Cruz. Cuenta que en China el nivel de vida de la gente es cada vez más alto y los clientes que ingresan a sus locales "ya no vienen solo por la foto" sino que llegan con una idea perfectamente clara de cómo satisfacer su paladar.
"Para mí en verdad el mejor cliente es el chino, porque el cliente chino quiere probar y ordena todo el menú si es posible, y eso es un gran beneficio", confiesa.
"También hay gente que es por una vez que viene a probar la comida mexicana y se le tiene que explicar cómo tomar el taco, cómo se come, y se van contentos porque aquí el trato es personalizado. El chef no solamente cocina, sino que atiende también a la gente, así que la gente puede explorar más", explica.
De Shenzhen y Fujian hasta Shanghai, las taquerías de Santa Cruz se van extendiendo por un país que está a miles kilómetros de su tierra natal. El 11 de septiembre abrirá sus puertas la segunda taquería en Shanghai.
"China es un país muy abierto y el Gobierno te permite trabajar. Es muy cómodo para empresarios para poner un restaurante y trabajar, y por lo tanto quiero quedarme en Shenzhen", asegura, y añade que "el mercado chino cuenta con cada vez más consumidores hoy día en el mundo y las leyes en China te protegen más bien si tú sigues las normas que ellos te ponen".
Otra razón por la que Santa Cruz se ha enamorado de Shenzhen es que allí conoció a su esposa, con quien ya tiene una pequeña hija. Cuando Santa Cruz se ocupa del negocio en la taquería, su esposa lleva a su niña, de 4 años, a la playa a jugar. Bastan 10 minutos caminando para llegar desde el apartamento de la familia hasta la orilla del mar de aguas cristalinas de la ciudad y disfrutar de un momento de tranquilidad.
En cuanto al futuro, Santa Cruz no tiene planes detallados. "La (epidemia de) COVID-19 nos ha cambiado la forma de ver la vida. No podría decir exactamente en qué ciudad estaré, pero si hay más proyectos, seguro serán en China", concluye.