Ciudad de México, 14 de diciembre 2020, - Jaime Estrella, artesano que elabora las tradicionales piñatas mexicanas, contó que para la temporada navideña tuvo que bajar los
precios de sus productos con tal de alentar las ventas, a pesar de enfrentar costos más altos en los insumos, al cierre de un año complicado por la pandemia del nuevo coronavirus.
"No subimos precios por la economía, por lo que está pasando. Al contrario, me bajé al precio anterior para que la gente comprara y ha venido la gente", dijo a Xinhua el artesano de 53 años, cuyas piñatas son populares entre clientes de la Ciudad de México.
El confinamiento en México entre abril y junio de este año para evitar la propagación de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), así como la drástica reducción de reuniones en espacios públicos en los meses siguientes, golpeó la demanda de piñatas, negocio que a lo largo del año vive de la venta de figuras infantiles para fiestas de niños.
Estrella describió que su taller, una empresa familiar, cerró por más de tres meses ante la falta de pedidos de las tiendas que ofrecen los coloridos productos, lo que desplomó a cero sus ventas en ese lapso desde un promedio de 600 piñatas mensuales.
"Nos afectó mucho, se embodegó todo", recordó el hombre con 23 años de experiencia en la elaboración de vistosas figuras a partir de cartón, papel de colores y engrudo.
El negocio de Estrella ha sorteado la situación con la venta de piñatas de menor tamaño y la mira puesta en la temporada navideña, en un contexto en que miles de micros, pequeñas y medianas empresas mexicanas no han sobrevivido a los efectos económicos de la pandemia.
El artesano exhibe a las afueras de su establecimiento, localizado en un barrio de la zona centro de la capital mexicana, piñatas multicolores de la estrella de Navidad, una figura de picos que los mexicanos utilizan para decorar sus casas o romperlas en las tradicionales posadas navideñas.
Los costos de los insumos para la elaboración de las piñatas subieron hasta 30 por ciento, por lo que al no aumentar los precios de sus productos, este artesano consiguió ventas casi al mismo ritmo que la temporada navideña de 2019.
El comerciante espera vender al menos el 70 por ciento de las 1.200 piñatas navideñas del año pasado, pues distintos compradores prefieren sus productos por la calidad y la viveza de los colores, frente a otros comerciantes que también han bajado los precios.
La Ciudad de México, la más afectada del país por la pandemia, inició a principios de mes un aumento en la hospitalización de pacientes de la COVID-19, lo que llevó a las autoridades a repetir el exhorto a la población para evitar las tradicionales posadas, frente a lo cual Estrella explicó que sus piñatas son más demandadas para decoración que para fiestas.
"Las tradiciones que tenemos nunca nos van a dejar (...) no pedimos, como le digo a mis hijos, tener lo que uno ganaba antes, sino lo que pedimos a Dios es ganar lo que se pueda y tener para comer", dijo.
La pandemia en México ha dejado 391.000 negocios menos respecto a los 4,9 millones de establecimientos registrados en 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicados el pasado 2 de diciembre.
El país ha acumulado más de 1.250.000 casos confirmados de la COVID-19 y ha registrado más de 113.000 muertes, una de las peores cifras de decesos a nivel global.
La situación por la pandemia ha afectado al 86 por ciento de las empresas, las cuales han tenido que lidiar con la disminución de ingresos y la baja de la demanda o escasez de insumos, según el Inegi.
El 16 por ciento de las compañías redujeron personal por la emergencia sanitaria y el 11 por ciento las remuneraciones o prestaciones a empleados, según una encuesta del organismo sobre el impacto de la COVID-19 en las empresas.
A su vez, la oficinista capitalina, Elizabeth Hernández, narró a Xinhua que completaba sus gastos con la venta de pasteles que horneaba, ya que su empresa recortó salarios a la mitad ante la crisis sanitaria, además de que quitó algunos beneficios laborales.
"Lo que tenía de ahorros me los comí, literalmente, porque los gasté en alimentos (...) no tenía deudas y ahora sí tengo algunas en las tarjetas. Ya no podía mantener ese ritmo y por eso empecé a hacer pasteles para venderlos", expuso la profesional de 38 años.
A su vez, el director del departamento de finanzas de la Universidad Internacional de Posgrados Akali, Abraham Vergara, se refirió también para Xinhua a los efectos de la pandemia en México.
"Nos estamos enfrentando a la peor crisis de México, me atrevería a decir, en la historia (...) muchos mexicanos han disminuido sus ingresos en sus empleos formales", apuntó el especialista en finanzas.
Vergara planteó que los efectos económicos de la pandemia se han resentido con mayor fuerza en México respecto a otros países de América Latina, que destinaron más recursos con relación a su Producto Interno Bruto (PIB) para apoyar a empresas.
Recordó que distintos organismos internacionales han estimado que la economía mexicana caerá alrededor del 9 por ciento en 2020 debido a la pandemia.
Mencionó también el notorio aumento de la informalidad en las calles, además de locales disponibles en renta por el cierre de los negocios que alojaban.
Dijo que la pandemia del nuevo coronavirus sorprendió a México con una contracción de la economía y un mercado laboral débil, por lo que se requieren estímulos fiscales que permitan a las empresas prorrogar el pago de impuestos y de seguridad social para enfrentar la situación.
"El 2021 no viene fácil, la recuperación no va a ser fácil. Durante cinco meses se perdieron más empleos de los creados durante 2019", abundó