Para ambos casos es primordial estar sano, pero la donación de células madre es un proceso que se realiza hasta resultar compatible con una persona que lo requiera por lo cual es más especializada
En la donación de sangre el rango de edad es de entre 18 y 65 años, mientras que en la de células madre es el mismo pero el registro para ser un posible donador se hace entre los 18 y 44.
Donar sangre es una de las acciones más nobles que podemos realizar por los demás, pues no sabemos en qué momento alguien requerirá de nuestro mismo tipo sanguíneo para atender una emergencia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de transfusiones ayudan a salvar millones de vidas al año y contribuyen a que pacientes con enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de vida, además de que posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas.
Pero existe otro tipo de donación muy parecida a la sanguínea, y que en el 77% de los casos se realiza mediante extracción periférica similar a donar plaquetas, que sirve para que aquellos que padecen enfermedades en la sangre como leucemia o linfoma tengan una opción de tratamiento: la donación de células madre, también llamada de médula ósea.
Con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra cada 14 de junio, Be The Match® México, organización no lucrativa con más de 4 años en el país conectando a potenciales donadores altruistas de células madre con pacientes que dependen de un trasplante para sobrevivir, detalla las principales diferencias y similitudes entre la donación de sangre y la de médula ósea; ambas, indispensables para salvar vidas en una amplia variedad de tratamientos.
¿Qué debemos saber sobre la donación de sangre?
Tiene medidas especiales como ayuno y reposo, entre otras especificaciones que podrían afectar la calidad de la sangre si no se atienden correctamente, llegando a impedir la donación.
No se pueden tomar analgésicos previo a la donación, como la aspirina, porque son anticoagulantes.
Siempre y cuando se cumplan los requisitos, la donación de sangre puede realizarse en cualquier momento.
Es un procedimiento sencillo en el que se extraen de 400 a 450 ml de sangre.
Los requisitos básicos son estar sano, tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kg.
¿Donación de células madre, sabías que...?
En lugar de medidas especiales, se aplican estudios muy específicos y calendarizados para saber si el posible donador realmente es compatible con el paciente, dependiendo de las características de la enfermedad en la sangre y de la compatibilidad entre ambos.
Aunque los analgésicos no afectan a las células madre, no es recomendable su consumo.
La donación de células madre se realiza sólo cuando se ha identificado una compatibilidad, no se almacenan durante largos periodos como sucede con la de sangre. La gente interesada puede sumarse al registro de potenciales donadores, únicamente llenando un formulario con sus datos básicos y realizando una sencilla muestra bucal.
Es un procedimiento programado, pues lo que se busca es una compatibilidad genética de alrededor del 90% por lo menos entre donador y paciente (“hacer match”); lo que involucra una búsqueda profunda del perfil ideal entre los posibles donadores en bases de datos como la de Be The Match® a nivel mundial: la más diversa del planeta con personas dispuestas a regalar sus células madre para ayudar a alguien.
Los requisitos básicos son estar sano, tener de 18 a 44 años para registrarse y hasta 65 para donar, y mantener el compromiso de hacerlo cuando le llamen para avisarle que sus células madres han “hecho match” con un paciente que las necesita.
Elementos en común de ambos tipos de donaciones:
Sirven para salvar personas. Donar es “regalar vida en vida”.
Ambos procedimientos son ambulatorios.
La sangre o células madre se regeneran en pocos días, sin afectar la rutina del donador.
No importa la preferencia sexual para realizarla, ni el periodo menstrual en el caso de las mujeres, siempre y cuando existan los niveles aceptados de hemoglobina.
Si el voluntario tuvo hepatitis que no sea B o C antes de los 12 años, puede donar sin problema.
Cuando un paciente con una enfermedad en la sangre está en camino al trasplante, dependiendo de su padecimiento, pasa por distintos tratamientos como quimioterapias, radioterapias y transfusiones sanguíneas. Sobre todo en los casos oncológicos, las transfusiones sanguíneas representarán una parte clave del proceso, procurando mantener por arriba del mínimo los valores de hemoglobina (>8.0) y de plaquetas (>20,000).
Por ello, es muy importante que como sociedad seamos más conscientes sobre la relevancia de ambos tipos de donación, pues no es necesario esperar a que algún familiar las necesite para poner manos a la obra, sino ser solidarios y tomarlo como un acto que tiene un impacto social relevante, para nosotros mismos y para alguien más. En el primer escenario, basta con acudir a un banco de sangre y seguir los pasos indicados; para el segundo, el proceso empieza solicitando este kit gratuito de registro a domicilio.
Donar sangre es el primer paso para formar parte del grupo de personas que hacen de este mundo un lugar mejor para todos; pero regalar células madre, es el mayor acto de amor y solidaridad para quienes padecen alguna de las más de 70 enfermedades que pueden ser tratadas con un trasplante de médula ósea y que tienen en este procedimiento su última o única opción para salir adelante.
Cabe destacar que muchos pacientes que requieren células madre, dependen también de donaciones de sangre para que su trasplante de médula ósea sea exitoso. En este sentido, se estima que en pacientes oncológicos requieren un consumo máximo de hasta 60 unidades de sangre; y, en pacientes en camino hacia el trasplante hasta 70 unidades.
Ahora que ya sabes las diferencias entre la donación de sangre y de médula ósea, ¿qué esperas para convertirte en el héroe y ayudar a salvar la vida de una persona que lo necesite?