CDMX, 12 de junio de 2022 :-: Durante el gobierno de Porfirio Díaz, diferentes países le regalaron a México dos relojes
ubicados en calles muy conocidas en la capital
Cuatro relojes históricos en las calles de la Ciudad de México
Durante el gobierno de Porfirio Díaz, diferentes países le regalaron a México dos relojes ubicados en calles muy conocidas en la capital
La tecnología evolucionó apresuradamente y en la actualidad todas las personas tienen acceso a la hora con solo voltear a ver su muñeca o sacar el celular del bolsillo. Acceder a esto en épocas pasadas era una tarea mucho más complicada, pues solo se podía saber por medio de los relojes que se encontraban en los edificios importantes de la ciudad.
La Ciudad de México aún conserva varios de los relojes que ayudaban a los antepasados a saber la hora. La mayoría de ellos forman parte de acontecimientos históricos importantes así como también han sido testigos de muchos de ellos.
El reloj de la Catedral Metropolitana ubicado en el Zócalo, es el más importante del país. El templo obtuvo el reloj hasta el año 1698, que después fue reemplazado dos veces; una en el año 1807 y otra en 2006.
Durante años se consideró como el reloj que tenía la hora oficial. Algunos medios de comunicación lo usaban como referencia, tal es el caso de Jacobo Zabludovsky, que en su programa de Una a Tres en Radio Red decía la famosa frase “Ya son las... en el reloj de Catedral”.
El marca tiempo de la Catedral metropolitana es mecánico y se tiene que hacer un remontaje cada tres días. Tiene dos timbres de bronce, de grandes dimensiones pero no suenan. Ese reloj es el único de la iglesia que sigue en funcionamiento tras los sismos.
Reloj del Palacio Postal
El reloj monumental de este palacio mide dos metros de diámetro y se encuentra sobre la entrada principal. Se inauguró el 17 de febrero de 1907 y hace décadas, sus campanadas se escuchaban a cuatro kilómetros de distancia y los capitalinos se regían con él para saber la hora oficial.
Su carátula fue diseñada en 1904 por Adamo Boari y es de bronce con oro. Esta fue fabricada por la Fundación Artística e Industrial Mexicana. Para que el mecanismo del horario funcione adecuadamente, se le debe dar cuerda una vez por semana.
Reloj chino
En la calle de Bucareli en cruce con Atenas se encuentra el reloj chino. Este fue traído en barco desde China en 1910 como regalo del último emperador de ese país, Puyi. Este también fue un regalo para el gobierno de aquel entonces, como conmemoración el Centenario de la Independencia de México.
El presidente en turno, Porfirio Díaz, ordenó su instalación en Bucareli, una calle que se acababa de remodelar en esa época. En el episodio de la Decena Trágica, donde murió Francisco I. Madero, el reloj recibió varios cañonazos. En 1921 la comunidad china recaudó fondos para restaurarlo.
En 2010 en el Bicentenario de la Independencia de México, la maquina se remodeló conservando su antigua leyenda Tong Sheng Xiang Ying, que significa “las voces que sienten lo mismo hacen los ecos”.
Reloj otomano
Este reloj fue un regalo de la comunidad otomana, quienes eran inmigrantes libaneses que se hospedaban en la calle Venustiano Carranza, justo donde fue instalado para los festejos del Centenario de la Independencia de México.
Porfirio Díaz fue quien lo recibió el 16 de septiembre de 1910 y el reloj ha prevalecido a pesar de los años y la caída del Imperio Otomano. La máquina tiene una campana que suena cada quince minutos y posee cuatro caras, dos de ellas marcan la hora en números árabes.
Cuenta con tres simbologías diferentes que representan a Líbano (un cedro) Turquía (una media luna) y México (el águila devorando a la serpiente). El reloj fue restaurado en 2010 al cumplir 100 años.