Tlaxcala, 13 febrero 2023 —Con la fe desbordada y la esperanza de que el Niño Jesús les cumpla sus peticiones, cientos de fieles visitaron
al "Niño de la Paz y el Bien", una figura de 5 metros de largo y con un peso de media tonelada que se exhibió en el municipio de Ixtacuixtla, en el estado de Tlaxcala.
Desde el pasado viernes y hasta este lunes, los fieles llegaron para venerar y honrar al enorme Niño Jesús que estuvo exhibido en la Capilla de Chapultepec, del citado municipio, donde familias completas, jóvenes, niños y personas de la tercera edad acudieron a rezarle, a besarle brazos y pies, como se acostumbra en los hogares la noche de Navidad antes de acostarlo en el pesebre.
Entre las peticiones principales estuvieron el pronto alivio de los enfermos, algunas mujeres embarazadas solicitaron llegar al término de este con salud y que su bebé esté sano, así como personas lesionadas de algún miembro del cuerpo se acercaron para solicitar su bondad en el proceso de sanción que tienen.
Todos los asistentes lo miraban con asombro, debido a sus dimensiones y al pesebre donde reposó la figura, cuyo origen se remite a uno de los barrios de la alcaldía de Iztapalapa, ubicada en el oriente de Ciudad de México.
Abraham Gómez, el escultor de la figura, compartió que esta figura "fue creada tras una revelación que tuvo su hermano David en un sueño", por lo que comenzaron a idearlo, sin embargo, la primera idea era crearlo de un metro, pero comenzaron a elaborarlo y en el camino cambió el plan y se volvió "gigante".
"Se crea a partir de una necesidad muy íntima y muy personal de la familia, es una cuestión de agradecimiento y al sacarnos de una situación muy lamentable que estábamos viviendo, tras la revelación de la creación de un niño en el sueño de mi hermano pensamos en hacerlo de un metro y nos embargó la emoción y comenzamos a crearlo al tamaño del espacio donde estábamos trabajando", contó.
Explicó que una vez terminado llegó la anécdota, debido a que no lo podían sacar y tuvieron que derrumbar una parte del techo para poder sacarlo del espacio, ya que nunca se imaginaron lo que ocasionaría crearlo en esas dimensiones.
El escultor recordó que la figura pesa media tonelada y mide 5 metros, cuenta con un esqueleto de acero que forman los huesos, los cuales fueron forrados con espuma de poliuretano que representan sus músculos.
Asimismo, indicó que los ojos son de cristal, las pestañas de pelo de becerro y con resina epóxica simular la piel del Niño Jesús.
Reveló que en su festejo del Día de La Candelaria, cuando lo sientan en su silla, llega a medir hasta 8 metros y es vestido con ropones que se crean con más de 150 metros de tela.
Durante la celebración de la misa en su honor, el párroco de la capilla pidió a los asistentes que se lleven el mensaje que deja el Niño Dios a sus casas y en su actuar diario.