Alemania, 15 de marzo 20223—La última película de Serguéi Loznitsa comienza mostrando a gente en sus actividades cotidianas, paseando por Berlín u observando por la ventana el ajetreo en la plaza de un
pueblo del sur de Alemania. Después caen las primeras bombas, lanzadas por miles de aviones sobre ciudades como Colonia, Dresde y Berlín.
En "Guerra aérea, una historia de destrucción”, estrenada en Alemania el 15 de marzo de 2023, en Berlín, el destacado director utiliza material de archivo de la época de la II Guerra Mundial, con música del compositor neerlandés Christiaan Verbeek, que en muchos pasajes estremece al público.
Loznitsa crea desde hace muchos años documentales con imágenes de archivo. Sus películas abordan traumas de los que nadie habla.
- ¿Se puede aprender de la historia? -
"Cuando algo no se discute abierta y sinceramente, … en algún momento reflota y te persigue”, dice Loznitsa a DW. Y eso puede tener serias consecuencias. "La historia sigue determinadas reglas y tiende a repetirse”, agrega, convencido. Por eso, es la tercera vez que se ocupa de episodios brutales de la historia europea.
La película muestra algunas imágenes difíciles de soportar: tras una noche de bombardeos, los muertos yacen en la calle. Entre ellos, una niña de no más de dos años. "Estoy acostumbrado a trabajar con material difícil”, dice Loznitsa. Y explica que se preocupa siempre de no ir demasiado lejos y no impactar demasiado al público. Su objetivo es poder mantener una cierta distancia de los hechos mostrados.
"Cuanto más distante en el tiempo está lo que se ve en la película, es menos personal, menos perturbador emocionalmente. En algunos momentos, nos es posible entonces retroceder un paso y comprender racionalmente lo que allí ocurrió, afirma”. Y eso puede ayudar a aprender de la experiencia.
- La invasión de Ucrania -
Loznitsa cuenta, en una videollamada con DW, que uno de los motivos que lo llevó a hacer esta película fue que veía venir esta nueva guerra de Rusia contra Ucrania. "En cierto modo, esperaba el horror de lo que está pasando ahora”, dice.
Sin embargo, no quiere se su película se entienda solo en el contexto de la agresión bélica rusa: "Ya sabíamos desde antes que estas cosas pasan. Por ejemplo, en Siria, donde las ciudades fueron destruidas desde el aire, donde la población civil fue atacada. Ese es probablemente otro motivo por el que tuve la sensación de que el tema es más relevante que nunca”.
- ¿Es la guerra inevitable? -
En la conversación, Loznitsa alude, por ejemplo, al general Clausewitz, quien pensaba que la guerra era el estado normal, y la paz más bien la excepción. "En cuanto el ser humano se organiza en grupos, parecen perfilarse ciertos patrones”, indica, pero aclara que el problema no radica solo en la naturaleza humana. "Es un conflicto de mentalidades. Creemos que todos vivimos en la misma época, pero eso es un error. Algunas personas viven todavía en la edad de piedra, otras en la edad media, otras en el siglo XIX y otras en el siglo XXI. Para algunos lo más importante es conquistar territorio, para otros, la libertad individual y el desarrollo intelectual son los bienes más preciados. El problema es que estos valores no son realmente compatibles. El conflicto surge de que esas mentalidades no son compatibles”.
Su película muestra los efectos de esos conflictos. En "Guerra aérea” casi no se habla, pero la maquinaria bélica sigue en marcha hasta que las ciudades mostradas se convierten en un montón de escombros.