REINO UNIDO, 20 DE FEBRERO 2024--Hace 63 años, Paul McCartney desembolsó 30 libras esterlinas para
adquirir un bajo que se convertiría en un símbolo de la puesta en escena de Los Beatles. Era un Höfner con forma de violín del que el músico se enamoró y usó para grabar éxitos como "Love Me Do”, "She Loves You” y "Twist and Shout”. La historia de la relación de Macca con el instrumento pudo tener un final triste, porque en 1972 éste fue hurtado de una camioneta de Wings, el grupo que formó el compositor tras el quiebre de los Fab Four.
Pero no tuvo un final triste, porque una investigación llamada "Lost Bass Project” lanzada por el fabricante alemán tuvo resultados asombrosos. Según los responsables de reconstruir lo que ocurrió con el bajo, los periodistas Scott y Naomi Jones, el ladrón llevó el bajo a un pub del oeste de Londres, pero pronto se dio cuenta de que sería difícil venderlo, así que le pidió al dueño del local que lo guardara. Este cumplió su palabra y primero él y luego su familia conservaron el Höfner durante 51 años.
Con el tiempo el instrumento fue heredado por Ruaidhri Guest, quien se enteró de la campaña para recuperar el bajo y optó por entregarlo. "Lo que es increíble es que cuando comenzamos la búsqueda, pensábamos que el bajo podría estar en cualquier parte del mundo", señaló Naomi Jones, cuando en realidad se encontraba "a pocas millas", en Notting Hill.
Por medio de un comunicado, McCartney reveló a través de su página web que el instrumento fue hallado completo y fue autentificado por expertos de Höfner. "Paul está muy agradecido con todos los que le ayudaron" en la búsqueda, añade el texto. Guest, por su parte, reveló su participación en toda esta historia a través de X (Twitter), donde publicó "Heredé este instrumento que ha sido devuelto a Paul McCartney. Comparte la noticia”.
Según expertos, el instrumento nuevo costaría hoy unos 850 euros, pero el bajo específico del músico de The Beatles, por su historia, su estado de conservación y la trascendencia de su dueño, podría ser subastado hasta en 10 millones de euros. Por poner un ejemplo, la guitarra que John Lennon usó para escribir "I Want to Hold Your Hand” desapareció tras un concierto en 1963 y se vendió 51 años después por 2,4 millones de dólares en una subasta.