El Centro Histórico de la Ciudad de México, el más importante de todo el Continente Americano -por su singular patrimonio arquitectónico, artístico, histórico y cultural-, contiene, dentro de sus muchos tesoros, los 33 templos virreynales que, para estos días de “Visita de las Siete Casas”, con motivo de la Semana Santa, constituyen una agradable experiencia si se les recorre para cumplir con los deberes de la fe y admirar las maravillas de los retablos barroco y churrigueresco productos de varios siglos de expresión del alma hispano indígena del mexicano.
Habitualmente, el Centro Histórico de la Ciudad de México es uno de los principales atractivos turísticos de la capital mexicana y en estos días de guardar en que se evoca la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, recorrer aunque sea parte de esos 33 recintos religiosos que vienen desde los primeros años de la nacionalidad mexicana, constituye una agradable experiencia. porque nos conecta directamente con algo de lo mejor del arte religioso en el mundo.
Pese a los hundimientos diferenciales que ha sufrido la Catedral Metropolitana -de 9 metros durante el siglo XX y lo que va del presente-, luce grandiosa ante los ojos del visitante. Los trabajos de salvamento que tuvo a su cargo el arquitecto Sergio Zaldívar Guerra, es-director de Sitios y Monumentos mantienen en pie a nuestra Catedral, cuya construcción requirió de casi 300 años.
Impresiona de la Catedral Metropolitana el Altar de los Reyes por la grandiosidad de su estilo barroco.
Cerca de él ofició el Papa Juan Pablo II la misa cuando vino a México por primer vez, en 1979. Sus capillas laterales, su Altar del Perdón, su Cristo Negro son joyas que a diario reciben el tributo de la admiración mundial a través de los visitantes que desde los cinco continentes, recorren diariamente el sacro lugar.
No podemos detenernos más en describir la grandiosidad en lo religioso y lo arquitectónico de la Catedral Metropolitana, por razones de espacio.
Diremos a continuación que otro templo virreynal que maravilla a los visitantes, es el de La Enseñanza, el único que guarda después de la Reforma, todas sus pinturas y todos sus retablos, “íntegramente intactos”, si cabe la expresión.
Del templo de la Profesa debe consignarse que fue el sitio donde se reunieron quienes conformaron el Plan de Iguala de Independencia Nacional, junto con D.
Vicente Guerrero, en la población del mismo nombre.
Hay que consignar la maravilla de su pinacoteca y que allí está la dolorosa, imagen de “media talla” que elaboró con la “Güera Rodríguez” de modelo, el célebre escultor valenciano don Manuel Tolsá.
Del Convento Grande de San Francisco, en las hoy calles de Madero, salieron los franciscanos hacia todas la rosa de los vientos de México, para lleva la civilización y forjar la Patria que hoy es México. Hundido más de dos metros sobre el nivel de la calle, allí está ese célebre templo.
Se necesitan tomos enteros para narrar los grandes méritos del Centro Histórico de la Ciudad de México.
San Hipólito también está hundido tres metros abajo del nivel de la avenida Hidalgo y Reforma. San Fernando, a poca distancia, permanece majestuoso. De allí salieron las misiones a las Californias de fray Junípero Serra que dejaron huellas al fundar misiones que hoy son granes ciudades norteameicanas, como Los Ángeles, San Francisco, San Diego, etc.
Vale la pena recorrer los templos virreynales del Centro capitalino. ¿Qué decir de San Jerónimo, donde Sor Juana Inés de la Cruz -Fénix de América -, realizó su obra que la hacen la mas grande poetisa de México? Espiritualidad y cultura en general, eso son los 33 templos virreynales del Centro Histórico de la Ciudad de México, vale la pena recorrer en ellos la “Visita de las Siete Casas”, en Semana Santa, principalmente...
mmc.informacióThis email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. Manuel Magaña Contreras.