“La pareja no cesaba de cruzar miradas; habían llegado a un territorio amarillo y dulce como la pulpa de mango que llevaban a la boca en jugosas mordidas. Tenían dieciocho años y estaban por decidir qué hacer con su vida…”, es un fragmento de uno de los cuentos que Mónica Lavín comparte con el lector en su último libro ya a la venta “Manual para enamorarse” de Grijalbo.
Un libro que incita a seguirlo leyendo después de ver el título, una colección de cuentos cortos que hacen referencia al amor, a la pasión, al deseo, siempre con emoción y chispas de comicidad, no sólo porque el lector descubra que sus inquietudes estén reflejadas en un libro, también por recrear en su cabeza cada detalle escrito por Lavín.
“Ladies Bar”, “El árbol”, “Todas las playas son la misma playa”, “La Desmesura”, son algunos de los títulos de los doce amenos cuentos que contiene el libro que no son una lista de procedimientos para enamorarse y mucho menos enamorar, descarte esa charlatanería, es un libro para enamorarse, recomendarlo, cargarlo y presumirlo, una especie de buffet de historias sensuales que permitirán echar a volar su imaginación, entrando a la intimidad (y no por eso secreta) de los personajes y ¿por qué no? Encajarla en la vida cotidiana del lector.
“Voy caminando por una vereda, entre hortensias y fresnos, y de pronto lo atisbo más allá de la fuente, con un traje oscuro, no sé si gris o verde, impecable”, es otro fragmento del cuento “El hombre de las gafas oscuras” de “Manual para enamorarse”; una ventana a la condición humana, un libro disfrutable que nos llevará a un recorrido por diferentes escenarios descritos por Mónica Lavín quien dejó a un lado la carrera de Bióloga por su pasión por la literatura, la autora de “Yo, la peor” pone al alcance del lector un libro creativo y divertido, una reflexión del amor, una forma entretenida de vivir la obsesión, sorprendente y algo morbosa oportunidad para husmear en la vida de los personajes, buena aventuras en un abrir y cerrar del libro.