Libros sobre su vida y obra, su ideología y hasta películas basadas en sus novelas, mantienen vivo el recuerdo del novelista ruso León Tolstoi, a quien se recuerda este lunes a 185 años de su nacimiento, ocurrido en Poliana, una población del antiguo Imperio ruso, el 9 de septiembre de 1828.
Considerado uno de los pilares de la literatura universal es recordado por sus ideas pacifistas, su ayuda a los pobres y el intento que hizo por reformar la vida social de su patria. Su vida ha sido reflejada en la película "La última estación" del año 2009, bajo la dirección de Michael Hoffmann.
"Anna Karenina", una de sus novelas más conocida, ha sido tomada para siete versiones cinematográficas, lo que habla de su gran presencia en la actualidad. La última producción, caracterizada por mostrar un carácter teatral, fue realizada en el 2012 por el director británico Joe Wright.
Entre otros de sus libros destacan "La muerte de Iván Ilich", "El reino de Dios está en vosotros" "La sonata a Kreutzer" y "La guerra y la paz", la cual representó para Tolstoi su fama en Rusia y en todo Europa.
"La guerra y la paz", escrita durante los primeros años de matrimonio con su esposa Sofía, mostró una epopeya de la invasión de Rusia por Napoleón en 1812, recreando quinientos personajes. La novela fue publicada por entregas de la revista "El Mensajero Ruso" de 1864 a 1869, de acuerdo con un texto biográfico publicado por el sitio especializado "Biografías y vida".
Liev Nikoláievich Tolstói fue hijo de un noble propietario y de la acaudalada princesa María Volkonski, pero a los nueve años quedó huérfano ante la muerte de sus dos padres, quedando al cuidado de sus tías.
Según el portal "epdlp", tuvo tutores franceses y alemanes y, a los 16 años, ingresó en la Universidad Kazan, donde estudió, primero, lenguas y más tarde, leyes.
Después de un breve y fútil intento por mejorar las condiciones de vida de los siervos de sus tierras, se zambulló en la disipada vida de la alta sociedad aristocrática moscovita, a la que en sus diarios prometió cándidamente reformar.
En 1851, se reunió con su hermano en el Cáucaso, donde su regimiento se encontraba acampado y, tras una breve permanencia, decidió incorporarse también al ejército.
Cuentan que en el Cáucaso entró en contacto con los cosacos, que se convertirían en los protagonistas de una de sus mejores novelas cortas, Los cosacos (1863).
Luego, en el tiempo que le dejaban libre las batallas con las distintas tribus de las colinas, concluyó una obra autobiográfica, denominada "Infancia" (1852), a la que siguieron otras dos, "Adolescencia" (1854) y "Juventud" (1856), en las cuales reveló, sin retórica ni sentimentalismo, una serie de recuerdos de carácter psicológico similares a los de la mayoría de los jóvenes.
Estas obras recibieron una inmediata y calurosa acogida por parte del público, del mismo modo que "Sebastopol" (1856), tres historias basadas en la guerra de Crimea, que constituyen una soberbia exposición de la horrible realidad de la guerra y una descalificación del falso heroísmo de los mandos militares en contraste con la valentía de los soldados comunes.
Tolstoi regresó a San Petersburgo en 1856, y se sintió atraído por la educación de los campesinos, de ahí que abrió una escuela en su tierra natal, donde aplicó sus métodos que anticipaban una educación progresista.