Las tragedias pueden desaparecer de los medios de comunicación pero no de las vidas de quienes las padecen, de modo que hay que seguir apoyando, afirmó el director de orquesta José Areán, tras agradecer a quienes ayer abarrotaron el concierto de la Sinfónica de Minería, a beneficio de la Cruz Roja.
Antes del recital organizado por la Academia de la Música del Palacio de Minería, Gerardo Suárez, presidente de dicha institución, puso énfasis en la importancia de sumar esfuerzos en beneficio de “nuestros hermanos afectados en la zona de la Montaña (Guerrero)”, y agradeció la solidaridad del público que, dijo, desde hace una semana había agotado las localidades.
Por su parte, el presidente de la benemérita Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga y su esposa, agradecieron la contribución hecha por la Orquesta Sinfónica de Minería, el apoyo de la Academia y el de la Facultad de Ingeniería que preside Gonzalo Guerrero.
Suinaga aseguró que los recursos, que usarán con toda transparencia, serán empleados, sobre todo, para apoyar programas que permitan reactivar la economía y el empleo de quienes lo perdieron todo en la zona de la Montaña, tras las lluvias torrenciales derivadas de “Ingrid” y “Manuel”.
Tras entregar algunos agradecimientos, los invitados dejaron el presidium para dar paso al recital que bajo la batuta experta de Areán hizo vibrar el recinto desde las primeras notas, que, para sorpresa del público, no fueron las de la esperada cantata escénica de Orff (1895-1982), sino las del Himno Nacional mexicano, que pusieron de pie a la concurrencia.
Tras el momento solemne, vino el estruendo de las percusiones, anunciando “Fortuna Imperatrix mundi”, que erizó la piel del público, que por espacio de 60 minutos disfrutó de cada uno de los elementos que dieron vida y fuerza a la interpretación de la partitura de Orff, traducida al español en una pantalla al centro del escenario.
Una prolongada y emotiva ovación de pie mantuvo por algunos minutos el éxtasis en el recinto, donde una y otra vez director, músicos y coros (Cáritas, ProMúsica, Convivium Musicum, y los de las facultades de Ciencias, Ingeniería y Derecho) agradecieron la euforia de la concurrencia.