Millones de internautas podrán acceder al corazón mismo de lascatacumbas romanasgracias a unrecorrido virtualpor el cementerio subterráneo de Priscila, disponible a partir de hoy en la red.
Por un acuerdo entre el coloso de la informática y la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra del Vaticano, a través de la aplicación Google Maps se podrá realizar una visita virtual a 360 grados en los túneles de la "reina de las catacumbas".
Se trata de la primera vez que una catacumba puede ser recorrida en todas sus partes gracias a una aplicación "web", que mediante flechas permite a los navegantes admirar los detalles de sarcófagos y pinturas que datan del siglo IV d.C.
"El Internet tiene una gran fuerza de democratización, gracias a la red se podrán admirar las bellezas históricas desde Papúa Nueva Guinea hasta Chile", afirmó Giorgia Abeltino, responsable de Políticas Públicas de Google Italia.
"Es claro que la visita virtual no puede sustituir el recorrido personal, pero dará un acceso por primera vez a bellezas que enriquecen el mundo ‘on-line'", añadió durante la presentación de las últimas restauraciones de la catacumba.
Ubicada sobre la avenida Salaria, no muy lejos del centro de la ciudad, Priscila es -quizás- el cementerio cristiano enterrado menos conocido de Roma aunque se trata del más rico en cuanto a amplitud y piezas arqueológicas.
Escondida en medio de un cuidado bosque se encuentra la Basílica de San Silvestre, un templo de época romana antigua constituido por dos naves, que fue reconstruido a inicios del siglo XX.
Dentro de esa construcción, que ahora acoge un museo, se encuentra una escalera que pareciera más bien el pasaje a una bodega o un sótano, pero tras recorrer aquellos escalones se abre un mundo completamente distinto.
Se trata de una serie de túneles excavados en la roca y dispuestos en dos niveles. En las paredes, de derecha a izquierda, se pueden observar largos boquetes donde en el pasado fueron enterrados los primeros cristianos.
Y es que las catacumbas, contrariamente al pensamiento popular, no fueron los lugares donde los cristianos se resguardaban de las persecuciones romanas sino eran, en realidad, cementerios bajo tierra que llegaron a contener miles de tumbas.
En medio de los túneles de las catacumbas de Priscila se encuentran algunos cubículos que han conservado pinturas y relieves originales, y que los especialistas de la comisión de Arqueología Sacra se han dedicado a restaurar.
Entre ellos destaca el cubículo de Lázaro, que hasta hace pocos años estaba prácticamente cubierto con una pátina negra y que un puntilloso trabajo de restauración con láser sacó a relucir los colores de sus pinturas.