Se realizó en la FIL de Guadalajara una mesa de debate sobre el futuro del libro en español y los desafíos que enfrenta el FCE. Foto Arturo Campos
Guadalajara, Jal. Los escritores Fernando del Paso, José Carreño Carlón, Juan Villoro, Martí Soler, Pablo Raphael y Ricardo Piglia coincidieron en que el Fondo de Cultura Económica (FCE), que cumplirá sus primeros 80 años de vida en septiembre de 2014, representa a la cultura de América Latina.
En la mesa de debate sobre el futuro del libro en español y los desafíos que enfrenta el FCE, que tuvo lugar en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Fernando del Paso dijo que el FCE “debe seguir siendo el líder de México y América Latina, sin dejar a un lado su beligerancia, que entre sus principales e irrenunciables metas se encuentre siempre la libertad de pensamiento y expresión".
En un mensaje videograbado, el escritor manifestó que el FCE no debe olvidar a la literatura en lengua española, a cuya grandeza tanto han colaborado México y los demás países latinoamericanos.
También señaló que el FCE debería iniciar una serie de libros y estudios sobre el Medio Oriente, acotó.
Por su parte, Ricardo Piglia, también en video, habló de la falta de circulación de los libros de un país a otro en América Latina. "Viajamos más los escritores que los libros, es difícil lograr que los libros circulen", subrayó.
En este sentido, comentó que el FCE es un ejemplo de una editora que ha tenido un catálogo y que lo ha puesto a disposición en distintos ámbitos de la lengua española.
"Me parece que tenemos que reunirnos los escritores latinoamericanos con los escritores españoles y ver de qué modo podemos lograr que nuestros libros circulen", expresó.
Presente en el foro, Juan Villoro, quien ha sido corrector, traductor, autor y lector del FCE, destacó que la cultura de la letra es omnipresente y se localiza hasta en celular, lo que significa que su uso es atmosférico, pero al mismo tiempo hay discursos fuertes que no pueden tocarse.
Añadió que desde el siglo XII, cuando se inventó el libro, no había habido un cambio tan interesante como en la actualidad. Sin embargo, mencionó que la discusión intelectual se ha adelgazado y el FCE podría ser la plataforma para mejorar las cosas.
Pablo Raphael consideró que el gran proyecto del FCE será el de continuar su expansión en el país y al mismo tiempo convertirse en una institución global, capaz de inventar mecanismos de cooperación en el espacio digital y atender los retos que significa un mundo abierto y lleno de causas comunes.
El escritor destacó que hay condiciones propicias para el cambio, en la creciente interrelación política y comercial entre los países de América Latina.
"En la creciente formación de núcleos intelectuales hispanos en Estados Unidos (Los Ángeles, Nueva York, Boston, Chicago) y en la crisis económica que obliga a España a replantearse su relación estratégica con el continente americano", apuntó.
Los reconocidos escritores aseguraron que el Fondo de Cultura Económica corrobora, en su larga historia, la gran relación cultural y educativa que tiene con América Latina.
El FCE nació con la encomienda de publicar libros que contribuyeran a la formación de los primeros economistas en México. A lo largo de sus casi 80 años, muchos otros desafíos han conformado la actual fisonomía de esta institución.
Desde la necesidad de vincular a los países de hispanoamérica mediante las letras, hasta la vocación de impulsar nuevas voces literarias; desde la exigencia de traducir obras de diversas disciplinas académicas, hasta el apremio de innovar en el diseño y la producción.