El escritor y periodista mexicano Federico Campbell, anoche, fue reportado como grave y con un diagnóstico reservado y se informó que podría ser trasladado del hospital privado Mocel al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
El escritor se encuentra sedado y entubado, se mantiene con la ayuda de un respirador artificial, y su hijo Federico Campbell Peña informó que en el transcurso de las próximas horas los médicos que lo atienden definirán si los aparatos que actualmente utiliza son compatibles con los que cuenta el INER.
Por su parte, la maestra Carmen Gaitán Rojo, actual directora del Museo Nacional de San Carlos, indicó que la semana antepasada su esposo fue a su natal Tijuana para ofrecer una conferencia magistral en torno a la obra y figura de Juan Rulfo (1918-1986), “con sus anécdotas y particular estilo de comentar las cosas”.
Con la preocupación reflejada en el rostro, de pie, atenta a la información que los médicos le pudieran proporcionar en el sexto piso del hospital destinado a la sección de terapia intensiva, Gaitán recordó que luego de la conferencia, el viernes por la noche, Campbell le dejó ver que sentía un extraño malestar.
“Me comentó que se sentía mal, como si tuviera el comienzo de una gripa pero con otras sensaciones raras. Todavía fuimos a Tecate a visitar a un artista local y después comimos. Yo lo veía cansado y en el coche de ida y de regreso dormitó en ocasiones. Hasta entonces, pensábamos en una incipiente gripa”, relató.
Agregó que el sábado fueron a Los Ángeles, California, Estados Unidos, y el domingo lo nombraron presidente honorario de la Feria del Libro de Tijuana y se tuvo que excusar por no poder articular las palabras como él hubiera deseado. “Ofreció una conferencia de prensa y el alcalde de la ciudad adelantó los pormenores de la feria del libro”, dijo.
“Llevamos juntos los últimos 28 años. Estamos casados por única vez los dos. Hemos sido una de las parejas más felices. Ha sido una delicia y muy interesante vivir con Federico, porque a pesar de ser modesto es culto, sabio y original en su pensamiento”, expresó Gaitán Rojo.
El lunes retornaron a la ciudad de México. “Ya en casa, me dijo que se sentía cansado y que se iría a dormir. El martes pasado amaneció con una temperatura más allá de lo normal y con un color rojo en su rostro de piel blanca; yo lo traté con tés y otros métodos caseros”, abundó.
El miércoles lo pasó mal y el jueves, cuando la mujer llegó a casa luego de trabajar en el museo, el escritor le notificó, con miedo reflejado en el rostro, que se sentía muy mal. “Me pidió y me suplicó que llamara a su médico, Adolfo Vite, quien al verlo hizo cara de preocupación”.
Internado en el hospital Mocel, en la colonia San Miguel Chapultepec en esta capital, el escritor fue diagnosticado con insuficiencia renal y al revisar sus pulmones, los médicos detectaron una mancha blanca que reveló neumonía, razón por la cual lo entubaron y aplicaron un respirador artificial. Está sedado.
“El neumólogo Jorge Salas, quien lo está atendiendo, está muy ligado al INER y, por otro lado, el también periodista Carlos Payán, quien fuera director de La Jornada, intercedió ante el titular del INER. En este momento un grupo de especialistas valoran la posibilidad de trasladarlo a aquel hospital en Tlalpan”, refirió.
“Ayer en la mañana lo comenzaron a dializar porque también hay un problema con sus riñones”, añadió Gaitán, y ante eso el doctor Gustavo Reyes Terán, director del INER, ya le ofreció la atención médica y hospitalaria.
“Hemos tenido una multitud de personas e instituciones mostrando su más enorme solidaridad con nosotros, porque Federico es una persona querida dentro y fuera del medio periodístico y de la literatura”, apuntó.
Carmen Gaitan pidió, en ese sentido, que las autoridades apoyen ahora a su marido, “un escritor connotado, un hombre que se mostró siempre preocupado por la legalidad del país, por los derechos de los más desprotegidos y por las causas que más enaltezcan al México que él siempre ha amado, cuidado y respetado”, concluyó.