Tras poco más de dos décadas de lectura crítica de las crónicas de Carlos Monsiváis (1938-2010), Linda Egan ha publicado un análisis puntual sobre el “discurso camaleónico” del autor, en lo que considera una inmersión en un hombre y una obra que son símbolos imperecederos del México contemporáneo.
“Leyendo a Monsiváis” acaba de ser editado por la Dirección de Literatura de la UNAM y muestra el resultado de escudriñar con lupa las palabras impresas que durante 22 años ha conocido de quien es considerado el más célebre vecino de la colonia San Simón.
Para Egan, el cronista mexicano es, por mucho, figura central de nuestra cultura y puntual comentarista de sus márgenes: despiadado crítico del Poder y a un tiempo miembro distinguido de las altas esferas de la vida pública; ambiguo y paradójico, ubicuo y fascinante, a caballo entre dos siglos.
La más viva y acabada imagen del intelectual mexicano de la posmodernidad, señala la investigadora, para quien una de las virtudes de Monsiváis fue que nada –o casi nada- escapó a su interés omnívoro y su agudeza crítica.
Así, lo mismo escribió de la política que de las reivindicaciones de la sociedad que se organiza, del cine a las disímbolas manifestaciones de la cultura popular, de la alta poesía a la lírica ranchera, de “los rituales del caos” a las “escenas de pudor y liviandad”.
Profunda conocedora de la obra del autor, Linda Egan es profesora de la Universidad de California-Davis y socia fundadora de UC Mexicanistas, se especializa en narrativa contemporánea, poesía mexicana y estudios coloniales.
Es autora de “Diosas, demonios y debate: Sor Juana y las armas metafísicas” y “Carlos Monsiváis: Culture and Chronicle in Contemporary Mexico”, primer estudio académico importante sobre este intelectual, libro traducido al español por el FCE en 1994.
“Leyendo a Monsiváis” corona una carrera dedicada al estudio del gran cronista mexicano y a la crónica actual de México.
Otras novedades de la Dirección de Literatura de la UNAM están en la colección “Voz Viva de México”, donde los escritores leen su obra con su propia voz.
Cada disco compacto se acompaña de un cuadernillo con una introducción. En este caso, han aparecido los de Eduardo Hurtado (introducción de Juan Gelman), Francisco Hernández (introducción de Francisco Goñi), Vicente Leñero (introducción de Rosa Beltrán) y Carlos Pellicer (introducción de Juan José Arreola).