El escritor mexicano Juan Villoro describió a Jorge Ibargüengoitia (1928-1983) como un "gran escritor y constructor de historias que con el sentido del humor trascendía la crítica de la realidad y la historia".
Al dictar la conferencia "Madrid, 1983. 30 años sin Jorge Ibargüengoitia", expuso que el sentido del humor del
autor de "Los relámpagos de agosto" (1964) permitía "descubrir algo que no se había advertido antes".
En el acto organizado por el Instituto de México en España y el Centro de Estudios Mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la Librería La Central de Madrid, Villoro dijo que ese humor tenía contenida "la crítica y la celebración" que llevaban ese juicio a otro plano.
Consideró que entre las características de la obra de Ibargüengoitia, tanto la teatral como la de novelista, fue "entender la vida pública y política para reflejarla como privada", por lo que la historia (en algunos casos de personajes de la Revolución) no respondía a la ideología ni otras razones, sino a esa vida privada".
"Le gustaba extremar esto hasta la distorsión pero que ayuda a entender esa realidad histórica, porque es sólo del exterior (de los personajes y sus historias), algo que no gustó a algunos críticos de izquierda que al inicio lo consideraron irresponsable", precisó.
Villoro refirió que esa estructura de Ibargüengoitia en algunos de sus libros los hizo "entroncar con la literatura de la picaresca", y "analiza el mundo a través de alguien apartado, que se sabe fracasado pero que no se opone a él, sino que es un personaje oportunista".
Eso fue importante en su obra ya que "ve que la sociedad tiene muchos pícaros porque están desfavorecidos, y en vez de cambiar la realidad se tratan de ajustar a ese mundo en esas condiciones" y de allí los toma para algunos de sus personajes, expuso el también periodista.
Recalcó que recibió otras críticas por la estructura de sus historias, muy diferentes respecto de los principales autores del "boom" latinoamericano de los años 60 y 70.
Comentó que "es triste" pensar que le quedaban muchos años como escritor, y que la percepción sobre su obra sería más quizá más amplia, aun cuando en las últimas décadas ésta ha cambiado al destacarse su sentido del humor como elemento crítico.
Finalmente, Juan Villoro dijo que "lentamente se subsana" la ausencia de escritura sobre la obra de Ibargüengoitia, de la que ya hay algunos trabajos.