Papantla de Olarte, Ver.- Gracias a su cultura y su plan de salvaguarda, la zona arqueológica del Tajín, el Centro de Artes Indígenas (CAI) y el ritual de Los Voladores de Papantla cuentan con tres patrimonios de la humanidad otorgados por la UNESCO.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) concedió al CAI el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad por las Buenas Prácticas, mientras que la ceremonia de los Voladores de Papantla, también fue reconocido como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
Por otra parte, la zona arqueológica de Tajín tiene la condecoración de Patrimonio Tangible de la Humanidad. En dicha región se celebrará el espectáculo “Tajín Vive” como parte de las actividades de Cumbre Tajín en su edición número 15.
“Es muy raro que en un sólo espacio podamos tener tres patrimonios de la humanidad, lo que es interesante es que a medida que vamos subiendo es como se construyó la ciudad.
“Y al realizar el evento de ´Tajín Vive´ lo que pidió el consejo de arqueología es que se respetarán las áreas”, apuntó Fernando Cruz, guía autorizado en la zona arqueológica.
Cruz agregó que el espectáculo de luz y sonido, que se hace dentro del festival, respeta cómo era la entrada a Tajín en sus tiempos de esplendor, y ahora recreará algunas de las actividades que en aquel entonces se realizaban.
El sitio cuenta con 20 canchas del juego de pelota, tres de ellas encontradas hace poco, lo que coloca a Tajín como la segunda zona arqueológica con más canchas de lo que sería el mundo mesoamericano.
Además se ubican 20 edificios, y de acuerdo con Cruz aún faltan por explorar 128; lo que se sabe de la zona, es que abarcaron un área de 10 kilómetros cuadrados, por eso la UNESCO reconoce a Tajín no sólo como un centro ceremonial sino como una ciudad.
El lugar se divide en diferentes áreas, la destinada a los comercios, en donde se realizaban trueques con otras culturas provenientes del centro del país, la del juego de pelota y la ubicación de dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Tajín, “Ciudad del Trueno” en el idioma totonaco, se fundó en aquel lugar por estrategia, pues la selva cubría su ubicación, mientras que los cerros ayudaron a que los huracanes, tormentas y nortes no golpearán con toda su fuerza a la ciudad.
Lo anterior fue comprobado de una mala manera, cuando en octubre de 1999 llovió en las ciudades aledañas como Papantla y Poza Rica, que sufrieron grandes daños, mientras que Tajín se mantuvo intacta.
La teoría de que Tajín había sido fundada de esa manera se postuló en octubre de 1992, cuando se preguntaron por qué los totonacos habían vivido ahí, teniendo muy cerca la costa.
Las aportaciones que dejaron los totonacos en arquitectura fueron la cornisa volada y los nichos, mientras que en ingeniería, los techos colados.
Tajín será una de las sedes del encuentro cultural Cumbre Tajín, a efectuarse del 20 al 24 de marzo en Veracruz. La primera edición de este festival tuvo lugar en la zona arqueológica, pero ahora la mayoría de los conciertos se realiza en el Parque Takilhsukut.